El espectáculo majestuoso de la Paredes de Pineta sobre los doce kilómetros del valle, ofrece en la umbría muros estriados donde los estratos se apilan de forma de forma desordenada sólo en apariencia. En la solana, bosques y praderas de formas mucho más suaves y apacibles. Más arriba el altiplano de Marboré, a los pies del gigante del macizo y su glaciar, recoge morrenas y da vida al río Cinca.

PUNTOS DE INTERÉS

Pista de La Larri.
Pista de acceso restringido que, desde las inmediaciones del Parador Nacional de Pineta circunrodea la parte inferior del circo de Pineta. Atraviesa hayedos, prados y bosques de pino silvestre. Vista de las cascadas del Cinca y de La Larri. El camino finaliza en los llanos de La Larri, un lugar donde prosperan flores y herbáceas propias de montaña.

Mirador de Anlitonés.
Poco antes de llegar a Revilla, en una curva de la carretera, sale el camino a los miradores de la Garganta y del barranco de Angonés, lugares perfectos para admirar los más evocadores paisajes del río Yaga y el curioso fenómeno de la inversión térmica que se produce en estos cañones angostos del Alto Aragón, donde las encinas y las hayas han cambiado los "papeles", puesto que las primeras se hallan en las zonas altas -más soleadas- y las segundas -ocupan las zonas bajas- al resguardo de la humedad y el sombreado microclima que producen las altas paredes.

Balcón de Pineta y Lago de Marboré.
Parte superior del circo de Pineta, situada bajo la cara norte y gélida del Monte Perdido, sobre la que descansan las aguas del lago de Marboré o de Tucarroya. Zona de morrenas glaciares de alta montaña. De difícil y peligroso acceso durante la época invernal.

Collado de Añisclo.
Collado que desde el valle de Pineta da paso al Cañón de Añisclo, atravesando el macizo de Monte Perdido por el sector occidental de la sierra de las Tucas (ver en sector Añisclo). Ladera de orientación norte donde los sauces enanos forman un tapiz rastrero y donde son abundantes los aludes de nieve.

ITINERARIOS RECOMENDADOS:

Parador-Llanos de la Larri-Parador : itinerario fácil, de 2 a 3 horas de duración y 200 metros de desnivel.

Poco antes de llegar al Parador Nacional de Turismo de Pineta, se cruza un puente sobre el río Cinca hasta llegar a una pequeña caseta con una fuente.

Se sigue la pista en dirección al Circo de Pineta, entrando a pocos metros en el Parque Nacional. Se sigue la pista hasta llega a las proximidades de un puente de madera, una fuente y un mirador. Desde él se puede contemplar el Valle de Pineta. Se atraviesa el puente dejando a la izquierda el desvío del camino que lleva al Balcón de Pineta y al Puerto Nuevo. Un poco más adelante se cruza el barranco de Montaspro para llegar a un puente que atraviesa el torrente de La Larri, que se cruza. Ya fuera de los límites del Parque, la pista pasa por una barrera para el control del ganado, y después de una breve subida alcanza los Llanos de La Larri, pequeño circo suspendido lateral al valle principal. Para regresar se vuelve hasta la cascada de La Larri y se toma un camino muy empinado que parte por la margen derecha del torrente. En pocos minutos se llega a las proximidades del Parador.

Parador-Collado de Añisclo: itinerario de media dificultad, 4 a 5 horas de duración y 1.100 metros de desnivel.

Se puede comenzar a andar desde la caseta situada en la margen derecha del río siguiendo la senda marcada con señales rojas y blancas que se dirige al este, o bien tomar la segunda parte del ensanche de la carretera situada un kilómetro antes del Parador Nacional y cruzar el río Cinca para empalmar con el sendero marcado. El camino Collado de Añisclo comienza un poco más allá de una cascada situada por encima de una pradera con una borda en ruinas. Las primeras pendientes son algo fuertes; el camino cruza el amplio barranco de Castiocho que desciende la ladera norte del pico inferior de Añisclo o de la Suca, y continúa ganando altura rápidamente a través de un excepcional bosque de hayas, y pinos negros a mayor altitud. Después de algunos zigzag se alcanza el desvío del camino de la faja de Tormosa, y un poco más arriba una señal del Parque Nacional y a su pie un curioso manantial de agua. A partir de este punto el camino cambia y afronta el Collado de Añisclo, para poco después entrar en una pequeña vaguada y remontar un pequeño barranco. Desde aquí y bajo una pared rocosa se dirige hacia la izquierda por una estrecha cornisa que requiere algo de precaución, y poco más adelante alcanza el Collado de Añisclo. Desde el Collado se puede enlazar con el itinerario "Revilla-Mirador de Angonés", o bien volver sobre nuestros pasos.

Parador-Balcón de Pineta-Lago de Marboré: itinerario de dificultad media, 4 a 5 horas de duración y 1.100 metros de desnivel.

Se sigue el itinerario "Parador-Llanos de la Larri-Parador" hasta el cruce de caminos que se encuentra después del puente que atraviesa el Cinca. El camino gana altura dejando a la izquierda el curso del torrente. La subida entre pedreras lleva primero al desvío del camino del Puerto de la Lera, a la derecha, y después próximo a la cascada del Cinca, el desvío a la izquierda de la Faja de Tormosa. La senda salva el primer escalón rocoso a través de unas cornisas grises en dirección norte hacia un importante barranco que desciende de los contrafuertes de los Picos de Pineta y Forcarral. Más adelante zigzaguea al filo de una loma situada entre praderas, y después de una pronunciada subida se vuelve hacia la izquierda en dirección sur. Se atraviesa un nuevo barranco y vuelve a ascender en fuerte pendiente para alcanzar la pequeña canal por donde se salva el segundo y más importante escalón de rocas rojizas. Algunos pasos verticales cortos conducen a una terraza herbosa que a nivel nos llevará al barranco principal al comienzo del famoso "embudo". Se remonta la pedrera por su derecha para cerca de la base de las paredes negruzcas de estratos horizontales, dirigirse hacia la izquierda (puede suceder que este tramo se encuentre interrumpido por un nevero muy inclinado, que deberá pasarse con mucha precaución). Finalmente se llega al Balcón de Pineta, desde donde se puede observar el Glaciar de la cara Norte del Monte Perdido, situado entre las cotas 2.700 y 3.100 metros. Con un espesor medio de hielo de 45 metros y una superficie de 47 hectáreas, este glaciar, debido a su extensión, verticalidad y dinámica, es único en la Cordillera Pirenaica. Se puede llegar a la cruz (monumento en memoria a una patrulla militar que pereció en el glaciar) y proseguir por el camino que sortea los grandes bloques de piedra de la frontal para alcanzar unas extensas terrazas que llevan al lago de Marboré. Para volver se puede optar por regresar por el mismo camino, o ir al refugio de Góriz siguiendo el itinerario "Balcón de Pineta-Collado del Cilindro-Refugio de Góriz".

Parador-Faja de Tormosa-Parador: itinerario de dificultad media, 4 a 5 horas de duración y 500 metros de desnivel.

Se sigue el itinerario "Parador-Balcón de Pineta-Lago de Marboré" hasta el desvío de la faja de Tormosa. El camino desciende hacia la pasarela que cruza el torrente del Cinca justo al aplomo de la espectacular cascada. Se cruza y se sigue el camino que asciende, entre pedreras, hasta llegar bajo un resalte rocoso. Este punto es el paso más delicado de la excursión ya que es necesario trepar por una pequeña chimenea para alcanzar la terraza herbosa rodeada de pino negro y rododendro. El camino sigue el límite del bosque de pino negro, continuando a nivel atravesando barrancos, pastos y pedreras. Más tarde se dirige en dirección sureste por encima de las paredes que dominan el fondo del Circo hasta llegar al cruce de caminos con el que sube hacia el Collado de Añisclo. Desde aquí se puede descender para alcanzar de nuevo las bordas de Pineta, en las proximidades del Parador.

Balcón de Pineta-Collado del Cilindro-Refugio de Góriz: itinerario de dificultad media, 4 a 5 horas de duración y 600 metros de desnivel de subida y 800 de bajada.

Se sigue el itinerario "Parador-Balcón de Pineta-Lago de Marboré" hasta las proximidades del lago de Marboré. Sin necesidad de llegar a él se toma dirección izquierda para descender por el pequeño torrente, desagüe natural del lago. Una vez en el fondo del valle glaciar principal subir a través de depósitos morrénicos compuestos por un material mucho más fino y de bloques menores que la morrena frontal por donde discurría el camino al comienzo del itinerario. Se superan los neveros que conducen hacia la gran barrera rocosa sobre la que se apoya el glaciar, tomando una vez en la base la chimenea de la derecha o bien la de en medio. Traspasada la rimaya (grieta abierta entre el nevero y la pared) con precaución se asciende por la chimenea-canal elegida, y una vez superada, se continúa el camino marcado con mojones de piedra por una zona rocosa hasta alcanzar los neveros del extremo norte del glaciar del Monte Perdido. Los primeros metros del nevero tienen una importante pendiente y por tanto requieren mucha atención; más arriba la pendiente se suaviza. Se salva un escalón rocoso por la derecha para desde ahí alcanzar el Collado del Cilindro, situado a 3.1 00 metros de altura entre el Monte Perdido, de 3.353 metros y el Cilindro, de 3.327 metros. Por la derecha se salvan varios escalones rocosos entrecortados por pedreras para llegar al Lago Helado, desde donde se puede descender hacia el sur por el barranco de Góriz, por un camino bien marcado por los montañeros que realizan la subida al Monte Perdido. Sin dificultad se llega al refugio de Góriz.