Hace 3 días realizamos un vuelo en globo por el valle de Piloña. Era un regalo de cumpleaños que me realizó mi pareja el año pasado y habia dormido en un cajón hasta ahora. La reciente situación actual de reclusión en casa debido a la pandemia la verdad es que me hizo recordar y ansiar la posibilidad de realizar esta actividad lo antes posible.

Tanto agobio y soledad pedían a gritos una cura de naturaleza. Nosotros somos de la zona occidental de Asturias, a unos 100km de la zona de donde volamos, aprovechando la fase 2 y que ya se podía salir a realizar actividades nos pusimos en contacto con Volar en Asturias que era la empresa donde me habían comprado el regalo.

Desde el primer contacto la sensación fue buena, nos explicaron todo bien, los "peros" que podía tener volar en estos momentos y las medidas de precaución y protección que estaban aplicando. Nos pareció todo correcto y nos decidimos a reservar. A las 7 de la mañana nos encontramos un poco más allá de Infiesto. En un parking publico cuando llegamos el globo ya está hinchado y a falta de ponerse de pie. Nos permiten sacarnos unas fotos con él y entrar a ver el interior y unos segundos después lo ponen en pie. Subimos al cesto y Jorge (el piloto) nos da unas explicaciones de seguridad. Unos segundos antes ya nos habían ofrecido unos botecitos individuales de gel hidroalcoholico y unas mascarillas que no les cogimos porque llevábamos las nuestras, pero todo bien cuidado, en formato individual y precintado. Subimos a la cesta y tras un breve repaso de la seguridad y como ponernos para bajar....

Despegamos!,El globo aerostatico comienza a elevarse y este es el mejor momento, Jorge nos va explicando como vamos a realizar el vuelo y cuando nos damos cuenta estamos a la altura de un poste de teléfono cercano. NO HE PERCIBIDO EL DESPEGUE. Ni siquiera en la vista ya que estábamos prestando toda la atención a lo que nos contaba. A partir de este momento la experiencia es indescriptible, suavidad,olor fresco a naturaleza, poco a poco seguimos subiendo y vemos picos de Europa al fondo, un mar de nubes a nuestros pies. Algo que supera totalmente cualquier expectativa. Jorge atento nos responde a nuestras dudas pero no interfiere. Él está en un rincón de la cesta pilotando y de vez en cuando le preguntamos y él contesta de forma muy didáctica pero nos deja disfrutar del vuelo. En algún momento nos interrumpe el silencio para preguntarnos si estamos bien,si queremos subir más o bajar, o incluso en un momento para enseñarnos unos corzos que corrían por el monte.

El tiempo en un viaje en globo  pasa rápido y nos indica que tendremos que ir aterrizando, poco a poco vamos descendiendo y comenzamos a sobrevolar campos. Ese no que tiene animales, aquel tampoco por la hierba alta. Jamás pensé que aterrizar un globo fuera tan complejo. El nos comenta que realmente es un poco por evitar conflictos con las gentes de la zona ya que en parte te estas metiendo en su casa y aunque la ley lo permita a nadie le gusta. Llegamos a un prao segao y hay un hombre. De una voz le pregunta y el hombre afirma efusivamente que podemos bajar. Nos posamos tan suave como despegamos y agradecemos al propietario que nos espera en el suelo. Al final el aterrizaje ha durado 15 minutos. 15 minutos adicionales que hemos volado en globo y tan disfrutables como el resto rozando las copas de los árboles. Rematamos la experiencia. Con un pequeño picnic. Al igual que al comienzo todo precintado y en nuestras manos.

Jorge nos comenta que antes se permitía a los pasajeros colaborar en la recogida pero que con las circunstancias actuales lo realizan ellos solos. Unos 15 minutos más tarde todo listo. Nos tienen una ultima sorpresa !Un diploma!, que mejor recuerdo para nuestra aventura que ya termina. Nos subimos al coche y volvemos por carretera al punto inicial de donde hemos despegado. Desde aquí solamente puedo dar gracias a los chicos de Volar en Asturias. Ha sido la experiencia más impresionante de los últimos años. Gestionáis el trato con el cliente de una manera sublime, cuidáis el detalle y os lo agradezco. Os auguro un buen futuro porque hacéis las cosas con cariño y eso se nota.

Un abrazo muy fuerte. Joan y Lena