Hola compañeros de viaje!

Mi viaje es una aventura que hacía tiempo que teníamos ganas de hacer, pero por falta de tiempo no fue hasta este mes que pudimos terminarlo.

Se trata de una ruta de senderismo por Galicia, más concretamente por el Salnés, por las Rías Baixas, es una variante del Camino de Santiago, la Variante Espiritual del Camino Portugués. En mi caso al ser del Camino ya os digo que no tiene nada que ver con temas religiosos, es porque combina una ruta de senderismo por una zona que nos encanta, con una ruta en barco hasta Pontecesures que es preciosa, la conocida como Traslatio Xacobea por Mar. 

El primer día arrancamos de Pontevedra caminando, del centro, si conocéis un poco Pontevedra, su centro histórico es precioso, en nuestro caso arrancamos de la Peregrina. Este primer día, a mi personalmente no fue el que más me gustó, ya que se tiene que caminar por zonas un poco complicadas debido al tráfico de coches, pero aún así, toda la ruta desde la salida de Pontevedra hasta el monasterio de la Armenteira fue fácil de llevar.

Lo más bonito estaba en la zona vieja de Pontevedra y en el monasterio, un lugar de paz absoluta en lo alto del monte.

El segundo día ya nos arrancamos desde el monasterio bajando por toda la Ruta de la Piedra y del Agua, una ruta toda pegada por un riachuelo precioso, bajando por medio de árboles llenos de musgo, mucha sombra y verde, un lugar precioso, y sobre todo bajándola, ya que nos cruzábamos con gente subiendo y se veían agotados aunque merece la pena.

Avanzamos llegando a Pontearnelas, un pueblo que está entre Vilanova y Ribadumia, aprovechamos para refrescarnos en el río Umia, ya que nos coincidieron unos días de "calor extremo".

Llegamos a Vilanova, y organizamos los horarios para el siguiente día, ya que en nuestro último día la ruta será en barco y necesitamos salir a una hora concreta por el tema mareas, ya que subiremos por el río arriba, y tiene que ser en con la marea alta!.

Tercer día, arracamos desde el muelle de Vilanova nuestra Traslatio, la ruta Xacobea por Mar, en un pequeño barco, pasando por el medio de las bateas de mejillones, viendo como trabajaban en ellas. Después de media hora más o menos ya llegamos al río Ulla, por el que empezamos a subir poco a poco, el patrón nos va contando las historias de todos los "cruceiros" que nos vamos encontrando.

La tranquilidad en el río es impresionante, todo calmo, dan ganas de decirle al patrón que apague el motor y que nos quedamos allí a descansar unas horas, pero su tiempo parece tenerlo controlado para recoger a más gente dos horas después.

Al final llegamos a Pontecesures, y como nuestro abjetivo no era continuar con el Camino Portugués, bajamos a tomarnos un pulpo a feira, y ya nos vinieron a recoger unos familiares en coche.

Es una ruta que os recomiendo, pasa por lugares preciosos. Espero que algún día la hagáis y hablemos de vuestra impresión, sobre todo de la Traslatio en barco.

Un saludo.