Viajero desde
19/04/2007
Nick: LIDIA |
Viajar es despegarte de tu mundo por un tiempo.
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Escribe el relato: Lidia
Como dicen los valencianos, Valencia es la tierra de las flores de la luz y del amor, y doy fe de ello, nosotros estuvimos en primavera y sus calles tenían algo especial, no sé si era por el sol o por el intenso olor a azahar de sus naranjos, que hizo muy romántico este fin de semana.
Teníamos poco tiempo para ver Valencia, solo disponíamos de 48 horas, así que nos alojamos en uno de los hoteles que hay cerca de la Ciudad de las Artes y las Ciencias para poder estar a un paso de todo lo que queríamos visitar.
Nuestra primera mañana en Valencia la dedicamos a visitar esta zona, que junto a la zona del Palacio de Congresos, es lo más nuevo y deslumbrante de la ciudad. Fue inaugurada hace poco más de diez años, y es un conjunto de edificios (Hemisfèric, Umbracle, Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, Oceanogràfic y Palau de les Arts Reina Sofía) diseñados por Santiago Calatrava.
Tengo que reconocer que nos gustó muchísimo todo los que vimos, pero creo que lo que más nos impacto fue la visita a El Oceanogràfic, sus acuarios son magníficos, con todos los peces pasando sobre ti, es el más grande de Europa. Pudimos ver los principales ecosistemas marinos del planeta y contemplar delfines, morsas, leones marinos, focas, pingüinos, tiburones, rayas, peces sierra o medusas y como fin de fiesta de esta visita el espectáculo de los delfines, un lugar espectacular.
Después de pasarnos toda la mañana visitando la Ciudad de las Artes y las Ciencias, decidimos ir a comer a la playa de la Malvarrosa, como no, Paella. A lo largo de todo el Paseo Marítimo de más de un kilometro está lleno de restaurantes, así que no nos resulto difícil encontrar uno con terraza y vistas a la playa, la comida fue un escándalo, el sol, el mar, la brisa, el arroz y el vino, no se podía pedir nada más.
Después de comer, decidimos pasar la tarde paseando por el nuevo Puerto Deportivo de Valencia, que se remodeló por completo para acoger la Copa América de Vela en el 2007 y ahora, es uno de los lugares de ocio y diversión de la ciudad. Y también hay que decir que teníamos curiosidad por ver por donde pasaba el Circuito de Fórmula 1, pues parte de su recorrido discurre por el Puerto, incluso por un Puente Levadizo por encima del mar.
De momento todo estaba marchando a la perfección, estábamos cansados pero con ganas de ver más, así que pasamos por el hotel para hacer un avituallamiento y de nuevo a la calle a buscar un restaurante para cenar. Cenamos en la zona de Cánovas, que está junto a la Gran Vía y muy cerca del centro de la ciudad, esta zona está llena de restaurantes y pizzerías, cenamos en una terraza y para terminar el día tomamos una copa en uno de los muchos locales de copas que hay en la zona.
A la mañana siguiente decidimos dedicar el día a visitar el Centro Histórico de Valencia, comenzamos paseando por la acogedora Plaza de la Virgen hasta llegar a la Catedral, para luego quedarnos admirando su torre campanario, a la que los valencianos llaman el “Micalet” (o Miguelete), seguimos nuestro recorrido hasta llegar al Mercado Central y La Lonja de la Seda, ubicada en la céntrica Plaza del Mercado. Se construyo a finales del siglo XV, esta obra maestra del gótico civil valenciano es, patrimonio de la humanidad. Nos gustó mucho La Plaza Redonda, como su nombre dice, es totalmente redonda y está llena de paradas en las que se vende artesanía valenciana.
Como no queríamos irnos de Valencia sin visitar el Barrio del Carmen decidimos ir a comer allí, dicen, que no se conoce la esencia de Valencia si no se conoce este barrio; es un barrio que está pegado al centro histórico un poco bohemio a la vez que moderno que está lleno de bares, restaurantes, terrazas y cafés.
Se acercaba el final de nuestra visita a Valencia pero aun nos quedaron unas horas para ir a visitar el Bioparc. Este Zoo de nueva generación es muy cuidadoso con los animales, ya que parece que se encuentran en plena libertad, nos gusto mucho, te daba la sensación de que estabas de safari por África.
Como se nos quedó mucho por ver, decidimos allí mismo que volveríamos a Valencia, la duda que se nos plantea ahora es, cuando volveremos, en Fallas para ver arder Valencia, en junio para ver la Fórmula 1 o en verano para disfrutar de sus playas, esperamos poder volver más de una vez.
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