LANZAROTE (3)
LAS OTRAS 4 OPCIONES

El pase que adquirimos en Timanfaya para 6 puntos turísticos de Lanzarote, incluía además de los referenciados en capítulos anteriores, los cuatro que sucintamente, voy a desarrollar a continuación.

Empezaré por el Castillo de San José, a mí entender el más sorprendente de los cuatro.

Lo visitamos, un domingo, después de un recorrido a pié por buena parte de Arrecife, la capital de Lanzarote. Es un paseo muy agradable – si exceptuamos la ineludible ”vista” de un monstruoso  Hotel construido justo en el centro del Paseo – Es lamentable, que intereses particulares prevalezcan sobre el buen gusto y raciocinio. Que pena, que los cañones del Fuerte de San Gabriel en el mismo Paseo, carezcan de pólvora y munición para, como, sin querer la cosa ¡atiza¡ se disparó el cañón… bien orientados… si, que están!

El Castillo de San José, construido entre 1776 y 1779 por orden del Rey de España, Carlos III, alberga actualmente el Museo Internacional de Arte Contemporáneo inaugurado en 1976, de nuevo bajo la inspiración y aportación personal de César Manrique. Decía arriba, que sorprende encontrar en un lugar tan alejado del continente y en una comunidad relativamente reducida, una muestra tan valiosa de Arte. Principalmente, se trata de obras situadas entre los años 50 y 70.

Permítanme un comentario sobre el arte contemporáneo. Ojala tuviera la necesaria sensibilidad para poder entender todas las expresiones de este Arte. Un miembro de mi familia bien capacitado en esta disciplina, me advirtió que no aspirara a más de sentir “algo” ante alguna de estas obras, es decir, se trata de que te conmueva en algún modo…

Bueno, pues esto en Lanzarote y en este bi-centenario edificio, les aseguro que difícilmente puedes dejar de emocionarte ante muchas de estas obras, tan bien presentadas e integradas en este entorno.

Pasemos a otro día.

Con el coche alquilado nos trasladamos al Mirador del Río. Huelga decir que se trata de una obra de César Manrique y se encuentra en lo alto de un acantilado justo en el punto más cercano entre Lanzarote y la Isla de La Graciosa. Las separa un brazo de mar que  denominan “el río”.

A resguardo de los vientos que normalmente azotan estas alturas, en el Bar-Restaurante unas enormes zonas acristaladas permiten observar tranquilamente la isla vecina y el constante ir y venir del trasbordador que enlaza Órzala con el puentecito y casitas blancas de La Caleta de Sebo en La Graciosa. En el exterior, una terraza-balcón permite contemplar el extraordinario panorama, mas en contacto con la naturaleza.

El Archipiélago al que pertenece La Graciosa se denomina Chinito y desde este mirador se puede medio adivinar la otra isla: Alegranza.

La Graciosa cuenta con varias excelentes playas de blanca arena, la mayoría accesibles solo a pié o en todo-terreno. No existen carreteras asfaltadas y unos pocos taxis-Jeep.

En fin, bajemos de las alturas o altares de los dioses mitológicos que fácilmente, ahí vienen a la mente y sumerjámonos en las entrañas de la tierra, merced al trabajo que hizo el Volcán La Corona en la Cueva de Los Verdes y un poco más allá en los Jameos del Agua.

Se trata del espacio que dejó el tubo subterráneo de lava que conecta el volcán con el mar con un largo de 6 kilómetros. Se entra por los dos espacios en que se desplomó la bóveda, se cree por compresión y explosión de los gases al verse taponados por el mar.

Ambas visitas son recomendables, esperando no coincidan ustedes con una riada de turistas como habitualmente ocurre en las mañanas. También en esta visita, la de Los Verdes, encontrarán ustedes una buena muestra de nuestro siempre “sorprendente” mundo… no digo mas, porque los lugareños guardan celosamente este secreto.

No me extiendo más, mis impresiones generales. ya las reflejé en los dos capítulos anteriores. Creo que las fotografías que adjunto, son la mejor manera de cautivarles para que, si pueden, visiten  Lanzarote, isla plena de valores y contrastes.