Viajero desde
1/22/2010
Nick: ITZISAN9 |
Viajar es despegarte de tu mundo por un tiempo.
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Escribe el relato: Itziar
Fin de examenes e inicio de las vacaciones. Mi novio y yo decidimos ir a visitar la capital francesa, icono de la "liberté, égalité et fraternité". Para suerte nuestra, la hermana de R vive allí por lo que la estancia fue practicamente gratuíta (sea agradecida) y cabe decir que el vuelo nos costó 110,00€.
Empieza nuestro viaje en el aeropuerto de L'Altet (Alicante), decimos adiós por seis días y ponemos rumbo al aeropuerto Charles de Gaulle junto a Victoria (vive en París), y menos mal porque aquello era un caos. He de reconocer que era nuestro primer viaje en avión solos y estábamos peces. Vale. Pues cogemos el Orlyval, que es un trenecito de alta velocidad, que comunica el aeropuerto con el núcleo urbano parisino. Parada en Anthony, cogemos el RER (tren de cercanías), línea B nos deja en Gare du nord (viene a ser casi la línea de encuentro en el metro, como Roma en los tiempos de Imperio). Y de Gare du nord, cogemos la línea 5 (color naranja) y nos deja en Laumière. Descargamos los bártulos, saludamos a Mathieu y al pequeño zoo: Tommyslaff, el pez; Toctoc, la tortuga; Tierra, el conejo y Hagrid, la coballa. Compartimos cinco noches con ellos, sus ruidos y sus respectivas olores...
El primer día de turismo, Victoria nos acompañó a pasear por el Sena, Nôtre Dame, Saint Michel y alrededores. Lo que más me llamó la atención fueron los puestecitos verdes de metal, donde la gente vende souvenirs y cosas de segunda mano. Parecen contenedores ilicitanos. Lo que más nos llamó la atenció fue ver a una pareja de ancianos, que sin recursos, tuvieron que recurrir a la venta de cartas personales que, supongo, se enviaban sus familiares durante la guerra. Yo compré un libro usado de Molière, me costó si mal no recuerdo 2 ó 3 euros. Escrito en francés. Compramos unas postales, una tour Eiffel y poco más. La noche caía, así que nos fuimos a casa a descansar... Cenamos companage importado de España, pan francés y escuchando los gritos del barrio multirracial en el que nos encontramos. Por estos ruidos, la primera noche fue horrible. No habían persianas y las cortinas no nos protegían de la luz de la calle, los negros gritando y la polícia con su sirena... Ni en el Bronx.
El segundo día visitamos el museo Louvre, el barrio Mairies, vuelta a Notre Damme, la place de la Vendôme donde se ubica el Ritz, la casa de Sarcozy, la casa de un diseñador muy conocido cuyo nombre no recuerdo, la antigua estación de tren (restaurada, claro) de Montparnasse con historia incluída... Comimos en un McDonald's y continuamos la visita por los Campos Elíseos, la Concorde, el Arco del Triunfo y llegamos de nuevo al barrio Latino, no sin antes pasar por La Torre Eiffel. Impresionante, sí. A continuación, cenamos en una crepêrie en dicho barrio y tomamos un típico crêpe nutella a orillas del Sena... Recorrimos medio París de la mano de Mathieu y Victoria, que nos hicieron andar horas por la noche, nos adentramos en barrios desconocidos y nada acogedores, donde nos lanzaron yogures (risas), he de confesar que R tenía toda la pinta de turista, ya os podéis imaginar... Atravesamos tantos lugares que no recuerdo nombres, sé que nos adentramos, después del altercado, en un barrio súper lujoso, y a seguidamente nos adentramos de nuevo en el barrio Marais, esta vez fue bajo un cielo oscuro, una noche joven, mucha locura y sobre todo, diversión y lujos... Llegamos a casa, conseguimos llegar a pie!!
A la mañana siguiente, nos levantamos para ir a visitar un precioso parque cerca de la casa de V y M. Era domingo y la gente sale a pasear al perro, a correr, a pescar en el lago, a tomar el sol, a hacer pic-nic en el césped... Después nos llevaron al Cementerio Père- Lachaise, donde visitamos la tumba de Jim Morrison, Edith Piaf, entre otros... Por una parte era acogedor y por otra era espeluznante... Son muy diferentes a los cementerios de España. Y lo que consigue ponerte los pelos como escarpias son los homenajes a las víctimas del holocausto nazi. A la salida del cementerio, R y yo decidimos ir a visitar El Molino Rojo, nos hicimos las típicas fotos y subimos al distrito XVIII, el barrio bohemio por excelencia... Allí estaba la catedral del Sacre Coeur, preciosa, altísima y con un montón de árabes atrayendo la atención y el despiste de los turistas (cuidado con ellos, sólo quieren sacarte dinero a cambio de una estúpida pulsera hecha en hilo). Visitamos la plaza de los pintores, los encantadores rinconcitos de tiendas, sus adorables restaurantes... Fue lo que más me gustó de París.
Para terminar, fuimos a Disneyland Resort Paris y a los Estudios Disney. Estuvimos allí dos mañanas. Me arrepiento mucho de haberme gastado 80 euros (aparte las entradas de dos días) en el RER para ir a Disney, pues se puede ver perfectamente todo en un día, ya que ofertan los tickets por turnos en algunas atracciones. También es verdad que los niños tardan mucho más en los adultos en ver, observar y probar. Me llevé una gran desilusión con el parque Disney. Me lo esperaba más grande... No sé. Me gustó más los Estudios, y sobre todo las fotos con Minnie, Mickey y Daisy, que nos costó sudor bajo la lluvia, agotamiento y asfixia, pero... ¡¡lo conseguimos!!
En este viaje cabe destacar:
- El hombre que traga cerillas, cigarros encendidos y cuchillas afiladas en el Barrio Latino.
- Youri, un cantante de metro con una voz espectacular. Lo puedes encontrar a pie del Sacre Coeur, en la parada de Saint Michel o en algún garito del barrio Marais, actuando.
- La cena pic-nic que nos montamos R y yo a orillas del río Sena.
- Los sueños y fantasías que te ofrece la ciudad...
- Y lo mal repartido que está el mundo: París está lleno de lujos, extravagancias, caprichos, riqueza y ostentación.
- Galerías Lafayette, donde compramos algún souvenir y donde visitamos la gran tienda de juguetes.
Y por supuesto, os recomiendo ir. Es una visita obligada que ha de estar en vuestra lista de viajes por Europa.
À bientôt!
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