Viajero desde
27/05/2007
Nick: ORERETA |
Viajar es despegarte de tu mundo por un tiempo.
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Escribe el relato: Marabu
Oriente Medio suele ser un destino turístico pasado por alto por la mayoría
de los viajeros. Un destino relacionado con la inseguridad, la inaccesibilidad
y el fanatismo terrorista. "Por obra de los medios de comunicación
occidentales, se ha operado un cambio en la lengua: se dice islamista,
luego fundamentalista islámico y ahora terrorista islámico. Como
resultado, la palabra islam deja de funcionar autónomamente, siempre va
acompañada de un contexto amenazador ..." (Ryszard Kapuscinski). Los
grupos terroristas constituyen una fracción insignificante del Islam.
Cualquiera que viaje sin miedo a el País Vasco, el Ulster o Córcega, puede
moverse tranquilo por Oriente Medio.
Nuestro viaje por Oriente Medio transcurrió por tres
países muy distintos entre sí: Siria, Israel y Egipto. Nos permitió disfrutar
de la cultura árabe, más cercana y tolerante de lo que nos parece, y de su
amabilidad y hospitalidad con el extranjero. Nos permitió vivir en primera
persona la compleja situación de la ciudad de Jerusalén, la difícil convivencia
entre la comunidad árabe y judía, la brutalidad de estos últimos en los
territorios palestinos, o las consecuencias terribles que está suponiendo
"el muro de seguridad". Y nos permitió disfrutar de las cálidas aguas
del Mar Rojo, de la antigua civilización egipcia, y padecer como nunca habíamos
hecho antes temperaturas en el desierto sirio de hasta 50 grados.
A nivel cultural la zona es incomparable, por allí han
pasado cananeos, fenicios, arameos, sumerios, asirios, babilonios, hebreos,
persas, romanos, bizantinos, otomanos, egipcios, franceses, ingleses... Hay
iglesias, mezquitas y sinagogas testigos del importantísimo papel que en la
historia ha tenido Tierra Santa, castillos de templarios y sarracenos,
pirámides faraónicas, caravasares de la época de la Ruta de la Seda, ruinas
romanas... Sorprendentes son Maalula, el único lugar del mundo donde aún se
puede oír hablar arameo (la lengua en la que predicó Jesucristo), o los barrios
cristianos de Cairo y de Damasco, en pleno "Eje del Mal".
CAIRO, 23 y 24
de julio
22 de julio
El avión despega de Barcelona con una hora de retraso. Al llegar al aeropuerto
de Cairo cogemos un taxi (60LE) hasta el
23
de julio.
Empezamos el recorrido por Cairo con una visita al Museo Egipcio (50/25 LE adulto/estudiante). La primera vez que lo visité se podían hacer fotos sin flash, la segunda se podían hacer fotos comprando un ticket de cincuenta libras, ahora ya no se pueden hacer fotos de ninguna de las maneras. Todo sea por la ciencia. A pesar de todo sigue siendo un lugar de visita obligada en Cairo. Dicen que si le dedicas un minuto a cada pieza expuesta tardas noventa días en recorrerlo entero. Nosotros la verdad es que solo hemos estado dos horas, pero creo que es suficiente. La visita es un repaso completo a la historia del antiguo Egipto. Hay momias, sarcófagos, pergaminos, utensilios de uso diario, esculturas, tronos, carros, armas... Seguramente la parte más interesante son las salas de joyería y la de Tuthankamon. El acceso a la Sala de las Momias Reales son 100 LE extra.
De vuelta al hotel decidimos visitar la que dicen es la mejor pastelería de
Cairo,
Hoy visitamos la única maravilla del mundo antiguo que aún se conserva, las
Pirámides de Gize
De vuelta a Cairo comemos algo en el restaurante
ALEPPO , 24 -26
de julio
Aleppo (Halab para los árabes) es otra de las urbes que reclama el ser la ciudad habitada más antigua del mundo. A una hora de la frontera turca, ofrece multitud de posibilidades: su ciudad antigua fue declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1986, tiene uno de los zocos más animados de Oriente Medio, la gran mezquita fue construida por el mismo califa que la de Damasco, y la ciudadela es famosa (entre otras cosas) por haber ordeñado Abraham su vaca en el interior, lo que dio origen al nombre de la ciudad, "halib" significa leche en árabe.
En el aeropuerto de Aleppo no les gusta mi pasaporte, el funcionario de aduanas lo mira y lo remira una y otra vez. Se levanta y se lo enseña a alguien en un despacho de atrás. Tras unos minutos de espera nos dejan pasar. Ojeando el pasaporte descubro que el sello de Etiopia tiene una estrella de cinco puntas parecida a la estrella de David. No se puede entrar en Siria con un sello de Israel. Cambiamos 200€ en el propio aeropuerto y cogemos un taxi (500 SL) hasta el Hotel Hanadi. 25$. Habitación doble sin baño, desayuno incluido, ventilador, aire acondicionado controlado desde recepción (hay un solo mando para todo el hotel), y sin internet. La decoración es algo peculiar, las habitaciones están pintadas de rosa, el mobiliario es rosa, incluso las puertas son rosas. Pero está muy bien ubicado cerca del centro histórico, en la primera planta de un edificio de piedra, con un silencioso patio interior donde sirven los desayunos.
25 de julio
Tras tomar nuestro primer desayuno sirio, queso salado, miel, aceitunas, pan de pita y te, nos encontramos a la hora convenida con Abdul, nuestro taxista kurdo. Son las 8:30, tardamos cuarenta minutos en llegar a Mushabbak, una pequeña basílica bizantina del siglo V. Aunque el techo ha caído, tanto el muro exterior como las columnas y soportales en el interior se encuentran en muy buen estado de conservación, y no cuesta mucho hacerse una idea de cómo llego a ser antiguamente.
De vuelta al hotel pasamos por la estación de autobuses y compramos dos
billetes para Hama (65 SL). Comemos en
Por la tarde visitamos la ciudad vieja
Al salir nos dirigimos a la Ciudadela, a donde se puede llegar a través del zoco, pero la verdad es que nos hacemos un lío y preferimos salir al exterior. Está situada en lo alto de un cerro, un anillo de murallas con almenas y torres que mira la ciudad. Un foso cruzado por un puente nos lleva a la puerta fortificada, donde descubrimos que hace una hora que han cerrado. A sus pies hay restaurantes donde beber algo o fumar una narguile, pero preferimos pasear un rato por el barrio. Volvemos en taxi al hotel
HAMA, 26 y 27 de julio
Hama es conocida por sus ruidosas norias de madera a orillas del río, que datan de la época romana. El agua era sacada del río Orontes, subiéndola hasta el acueducto que irrigaba toda la ciudad, desde donde se distribuía en canales menores que regaban los campos cercanos. Se construyeron hasta treinta gigantescas norias, de las que aún quedan diecisiete, que en algunos casos superaban los veinte metros de diámetro. Hama es una ciudad tranquila, la más bonita de Siria probablemente, y un lugar agradable desde donde explorar los múltiples restos arqueológicos del valle Orontes.
Aleppo Hama, 1h 30min, 55 SL, Compañía Al-Sarraj. Limpio, asientos cómodos y aire acondicionado. Reparten caramelos, toallitas húmedas refrescantes, un vaso de plástico y agua gratis. Salen del Garage Hanonu.
A dos calles del hotel hay un bonito parque donde
vemos y "oímos" nuestras dos primeras norias. Tanto las ruedas como
el mecanismo sobre el que están montadas son de madera, y la fricción produce
un agónico ruido que puede oírse desde metros de distancia. Tras sacar unas
pocas fotos nos vamos dando un paseo de media hora a unos confortables 47º
hasta el restaurante
De vuelta a Hama, damos un paseo atravesando la ciudad vieja. A un lado queda la ciudadela y al otro el río, en cuya orilla se ven una mezquita y unos baños. Vemos cuatro norias diferentes todas ellas iluminadas, pero la noria Al-Mohammediyya, la más grande de Hama, permanece a oscuras. Cenamos una pizza en una terraza frente a la Ciudadela.
27 de julio
Hoy segunda excursión contratada con el hotel. Musyaf + Crac de los Caballeros 400 SL.
Siete personas en una furgoneta de ocho plazas, cómoda y con un conductor que
chapurrea inglés. Salimos de Hama a las 09:10 y a las 10:00 ya estamos en Musyaf (130/75 SL adulto/estudiante),
el castillo de los "asesinos" (los ismailies, una secta extremista
musulmana). La muralla exterior está muy bien conservada y su aspecto es
imponente. El interior está algo deteriorado a pesar de los trabajos de
restauración. Media hora para visitarlo y disfrutar de las vistas es
suficiente, y será la introducción perfecta al "castillo cruzado mejor
conservado del mundo", Crac de los Caballeros.
PALMYRA , 27 y
28 de julio
Aunque desde mucho antes había sido parada para las caravanas que hacían la ruta de la seda, Palmira alcanzo su máximo esplendor alrededor del siglo II cuando se convirtió en la capital del imperio de la reina Zenobia, la Cleopatra siria. Hija de un beduino, se casó con el príncipe de Palmira y a la muerte de este construyo un imperio a la sombra de Persia y Roma. Pero su ambición fue demasiado lejos. Tomó posesión de toda Siria, el Bajo Egipto y envió ejércitos hasta el Bósforo. Los romanos finalmente la derrotaron, Palmira fue saqueada y destruida, y Zenobia exhibida en Roma, como prisionera y atada con cadenas de oro en el desfile triunfal.
Homs Palmyra, 2h, 70 SL, Compañía Qadmus. Los asientos no son tan cómodos ni anchos, además el aire acondicionado no funciona bien. Reparten vasos de plástico y agua gratis.
En el hotel nos proponen un tour por 500 SL que incluye desplazamientos en coche y entradas al castillo y las tumbas, desplazamiento desde ellas al Templo de Bel y luego al hotel. Aceptamos.
De vuelta al pueblo cenamos en el Traditional Palmyra, especializado en comida siria y beduina. Mansaf, un plato a base de cordero, arroz y yogurt seco, decorado con cacahuetes y piñones. De postre sandia, deliciosa y jugosa, pero demasiado caliente. 750
Nos levantamos a las 4:45, y a las 5:20 ya estamos en
la calle. Temperatura 30º y aún es de noche. Vemos amanecer en las ruinas
Volvemos al hotel, reposamos diez minutos, desayunamos
y a las 8:40 salimos hacia las tumbas. Situada al oeste de las ruinas, la
necrópolis es quizás la parte más interesante de todo el complejo. Destacan dos
estructuras. La Torre de Elahbel (75
SL), un torreón de cinco plantas con capacidad para 300 personas. Tiene un rica
decoración interior y las paredes llenas de nichos donde aún se ven los bustos
de los difuntos. Y la tumba subterránea del Hipogeo de los Tres Hermanos (75
SL) que contiene más de 400 nichos, y aún conserva en sus paredes gran cantidad
de frescos. Las tumbas tienen unos horarios de apertura "algo
singulares", lo hacen por intervalos de media hora a las 8:30, 10:00,
11:30 y 16:30. Si tenéis que ir caminando mejor consultarlo antes.
De allí nos llevan en coche al Templo de Bel (150 SL), dedicado al
dios supremo de los habitantes de la ciudad, y una de las principales atracciones
del recinto. Con el paso del tiempo fue iglesia bizantina, fortaleza árabe,
mezquita mameluca y finalmente destruido y saqueado en el siglo XV. El
santuario se conserva en estado óptimo, del resto aún se distingue el inmenso
patio lleno de columnas rotas y desgastadas, y el pasillo hasta el altar del
sacrificio. A cinco minutos caminando se encuentra el Anfiteatro (75 SL),
cuidadosamente restaurado. En la actualidad solo tiene doce filas aunque se
cree que antiguamente era más alto y de mayor capacidad.
Esperando al chofer que nos a de llevar al hotel el termómetro marca 41º a la sombra, y aún no son las once. Decidimos sacarlo al sol para ver hasta dónde llega. Cinco minutos más tarde, cuando nos recogen, ya marca 48º. Dormimos hasta las 14:30, y a las tres ya estamos en la estación de autobús, a dos kilómetros de la ciudad, cogiendo uno dirección Damasco (120 SL).
Dicen que Mahoma rehusó entrar en ella diciendo "Al paraíso sólo se accede en el momento de morir". A primera vista Damasco es una ciudad ruidosa de grises fachadas donde nada es extraordinario ni legendario, cuya monotonía solo se rompe por el amarillo chillón de los omnipresentes taxis. Pero Damasco es una ciudad para caminar despreocupadamente y sin rumbo fijo, tomando un té o un café negro, fumando una narguile y disfrutando ampliamente de la hospitalidad siria en una ciudad que no ha recibido aún la llegada masiva del turismo.
Palmyra Damasco, 3h, 150 SL, Compañía Marwa. Cómodo,
limpio, aire acondicionado, vasos y agua.
Al llegar a Damasco y viendo el alto precio que piden los taxis por acercarnos al centro, entre 100 y 300 SL, decidimos coger una furgoneta de transporte común por 5 SL cada uno. El problema de este tipo de transporte es que suelen tener una parada por barrio y rara vez el conductor habla inglés, así que hay que encontrar alguien que entienda claramente donde vas para que te diga el sitio exacto donde bajar y no ir a parar a la otra punta de la ciudad.
29 de julio
Nos cambiamos al
A diez minutos del hotel, habiendo paseado junto a la
muralla y tras pasar una imponente estatua ecuestre de Saladino, llegamos al Zoco al-Hamidiyya, la calle más
importante de la ciudad vieja
Pero lo más impresionante es el Sepulcro de Husain, cuyo martirio es hito fundamental del chiismo, y el lugar centro de peregrinación. Hay decenas de fieles, turistas iraníes suponemos. Mientras un hombre canta rezos y se golpea el pecho entre lágrimas rodeado de familiares y amigos, mujeres vestidas de negro graban con videocámaras tan emotivo momento. Una intensa mezcla de turismo y devoción.
De vuelta el taxi nos deja en Bab Al-Jabiye a pocos metros de Medhat Passa, conocida como la Calle Recta, un zoco descubierto y bullicioso, de aceras estrechas, por donde circulan los coches en buena parte de él. Hay de todo: ropa, especias, café, frutos secos, dulces, tejidos, joyas, y los antiguos khan, construcciones que solían servir de posada para las caravanas y que ahora albergan tiendas o almacenes. Antes de ir a cenar hacemos tiempo paseando por los callejones del bazar, compramos 100 gramos de pipas de calabaza por 25 SL y las comemos sentados frente a la entrada principal de la mezquita, un lugar privilegiado desde donde ser testigos de la vida damascena.
30 de julio
Debido a unos ligeros problemas estomacales derivados
del calor, pasamos toda la mañana en el hotel, y cancelamos nuestra visita a
Maalula. A eso de las 14:00 vamos a comer a
CRUCE DE
FRONTERAS, 31 de julio
31 de julio.
07:00 Comienza el día. Nos duchamos y salimos del hotel para
coger un taxi. 08:00 Tardamos 30 minutos en llegar a la estación. Nos cuesta
150 SL. 08:30 Desayunamos algo mientras esperamos que salga el bus. 9:10
Salida de Damasco dirección a la frontera. 10:40 Llegamos a la frontera
con Jordania. Bajamos del bus y vamos a buscar el sello de salida de Siria.
Además ponemos las mochilas a la vista, o sea todo el equipaje del bus, para
que la policía siria lo revise. 11:15 Subimos de nuevo al bus y paramos
en un duty free. No aceptan moneda siria ¿?. 11:30. Cruzamos al lado
jordano montados en el autobús. Vamos a que nos pongan el sello de entrada en
el pasaporte. Los que no tienen visado han de conseguir primero moneda jordana
en alguna de las múltiples casas de cambio que hay a la vista, y luego
dirigirse a la ventanilla para que les hagan el visado. 12:45
Reemprendemos la marcha hacia Amman. Hemos pasado más de una hora en el proceso
de los visados. El tiempo que pases aquí dependerá de cuanta gente no tenga
visado. En nuestro bus van 30 personas, de las cuales la mitad somos
extranjeros entre occidentales y árabes, y la mayoría no lo tenían.
17:05 Ya en el lado israelí nos miran un poco
por encima el pasaporte, y nos hacen alguna pregunta sobre motivos
y propósitos del viaje. Las mochilas pasan por un scanner y no encuentran nada,
porque no lo hay. Interrogatorio otra vez a puerta de detector de metales, el
segundo que pasamos desde que estamos en Israel, o sea en los últimos 100
metros. Vamos a la ventanilla de control de pasaportes con las mochilas.
Mientras la soldado que nos atiende nos van haciendo preguntas sobre el viaje
va ojeando el pasaporte. De repente levanta un pasaporte abierto por la pagina
con el sello de Siria y nos pregunta "¿Que es esto?", "Un
sello de Siria", contestamos. Otro militar aparece en la otra
ventanilla, y muy amablemente se lleva a Rosa para preguntarle aparte. Nuestro
viaje a Siria no les ha gustado. La chica saca un formulario y
empieza a hacer preguntas "¿Has estado en Líbano? ¿Y en Irán? ¿En algún
otro país árabe? ¿Tienes amigos árabes? ¿Conoces algún israelí o alguien dentro
de Israel? ¿Tu dirección en Barcelona? ¿Como se llaman tus padres? ¿Y tus
abuelos? ¿Has estado alguna vez en Israel? ¿Tienes pensado cruzar a
Cisjordania? ¿Para qué? ¿Solo vienes a hacer turismo o buscas algo más? ¿De qué
trabajas? ¿Trabajas para alguna ONG? ¿Número de teléfono de tu casa? ¿Te
importa si ponemos un sello de Israel en tu pasaporte?" Así durante
media hora, a Rosa le hacen preguntas similares con las que luego (suponemos)
poder cruzar respuestas.
17:40 Se quedan los pasaportes y nos dicen que nos sentemos
a esperar. "¿Cuanto tiempo?" "Entre 15 minutos y ocho
horas, nunca se sabe, es por motivos de seguridad". Permanecemos
esperando en unos butacones metálicos en una sala a 24º durante dos horas. Es
una sala austera de unos veinte metros de largo, y nosotros estamos en medio de
ella. A mano derecha hay una veintena de sillas y tras ellas tres arcos
detectores de metales y un scanner. Un poco mas allá Jordania. A mano
izquierda, una docena de sillas mas y un puesto de control donde jóvenes
militares de apenas veinte años se relevan en turnos de veinte minutos,
prestándonos escasa atención. No hay nada, nada para comer ni para beber. Hasta
para ir al lavabo hay que pasar bajo el arco detector de metales.
Durante la espera vemos otra gente, todos árabes, que se encuentra en la misma
situación que nosotros. Familias con niños de meses e incluso una abuela de más
de setenta años, son retenidos e interrogados por "razones de
seguridad". Pero poco a poco van cruzando, y pasadas dos horas solo
quedamos nosotros. Seguramente hacemos pinta de ser muy peligrosos. 19:35
Cansados de esperar les preguntamos qué "¿Cuanto mas tendremos que
esperar?" "No lo sabemos aún, es por su seguridad".
Diez minutos más tarde se dan por satisfechos. Acabó la OPERACION CASTIGO. No
somos terroristas. Por fin somos libres. Un sevillano que conocimos
en Damasco que trabaja de manera habitual con ONGs palestinas, nos
contó que en una ocasión estuvo esperando siete horas. Después de todo parece
ser que hemos tenido de suerte. 19:45 Nos entregan los visados en una
hoja adjunta al pasaporte. Ya no hay transporte público, nos han retenido el
tiempo suficiente para dejarnos sin él. Ni rastro de autobuses ni taxis. Vamos
al duty free a comprar algo para comer, no lo hemos hecho en todo el día. Una
vez tenemos la bolsa ya hecha, nos dicen en la caja que solo podemos comprar
aquí si vamos a Jordania, no si entramos en Israel. Estamos a 15
kilómetros del pueblo más cercano sin transporte, sin comida y hace
una hora que ha anochecido. Fantástico!!!
20:00 Por suerte nos encontramos un palestino de Ramallah
que ha llamado por teléfono a un par de taxis. Antes de irse uno de ellos llama
a un tercero que nos viene a buscar para llevarnos a Jerusalén (450 IS).
Pagamos 80€ por un viaje que nos habría costado 5€ de autobús de no ser por la
paranoia israelí contra todo lo árabe. 20:15 Paramos a comer unos shawarma
(46 IS). 20:45 Reanudamos la marcha. 23:00 Llegamos a Jerusalén
El taxista que decía conocer a la perfección la ciudad, nos deja en la puerta
equivocada. Andamos diez minutos hasta la Puerta de Damasco. 23:20
Llegamos al Hebron Hostel. Ducha y a dormir... Un día para recordar... jajaja
Hebron
Hostel. 120 IS.
hab. doble con baño completo, ventilador y sin ventanas. Limpio, ofrece toallas
y papel higiénico. Desayuno entre 10 y 30 IS. Durante el día la habitación es
un auténtico horno. Delante de ella, en el patio, hay una mesa y cuatro sillas
donde escribir el diario o picar algo mientras se toma la fresca por la noche.
JERUSALÉN , 1 –
4 de agosto
Jerusalén ha sido fuente de disputas durante tres mil
años. Las tres religiones monoteístas más importantes del mundo la consideran
"ciudad sagrada". Para los judíos es el lugar donde el Rey Salomón
construyo el Primer Templo, en el que se guardaba el Arca de la Alianza, el
lugar más sagrado para el judaísmo del que solo queda el Muro de las
Lamentaciones. Para los musulmanes es el lugar desde donde Mahoma ascendió a
los cielos en su fantástico viaje desde Medina, y el lugar hacia el que
dirigían sus oraciones antes de mirar a la Meca. Y para los cristianos es el
lugar donde Jesús predicó sus enseñanzas y donde fue crucificado.
Gran parte de la ciudad
vieja amurallada
1 de agosto
Salimos bastante tarde del hotel. Empezamos llenando el estómago en
Tras la comida vamos a ver la Iglesia del Santo Sepulcro, la joya del barrio cristiano. Es importante destacar que la "iglesia" no es una iglesia en el sentido de un edificio con altar y atrio, si no mas bien un "almacén" donde varias iglesias están representadas y cada una de ellas tiene sus propias capillas y altares. El complejo esta sobre el lugar en que se produjo la crucifixión, entierro y resurrección de Jesucristo, hay un punto que señala donde se clavo la cruz, otro donde le quitaron la ropa, otro donde lo uncieron después de muerto, la piedra con que lo taparon e incluso el lugar donde lo enterraron. Las cinco últimas estaciones del Vía Crucis se desarrollan aquí. Gran parte de la mitología cristiana en torno a las ultimas horas de Jesucristo se encuentran aquí dentro.
Tras una breve visita al hotel nos dirigimos al Muro de las Lamentaciones, el último
vestigio del Segundo Templo, el punto más sagrado del judaísmo. Ya que los
judíos tienen prohibido el acceso a la Montaña del Templo, esta es la única
parte de la estructura a la que se pueden acercar. El general Tito decidió
mantenerlo en pie tras haber destruido el templo para que los judíos no
olvidaran su derrota frente a los romanos. La plaza frente al muro está
dividida por una valla, con una amplia zona a la izquierda para los hombres, la
mayoría judíos ortodoxos vestidos con sombrero de ala ancha y traje negro, que
se balancean hacia delante y hacia atrás durante sus oraciones; y otra
notoriamente mas pequeña a la derecha para las mujeres. El muro hace las
funciones de sinagoga al aire libre con plegarias escritas en trozos de papel
que se insertan en los resquicios de las grandes piedras que forman el muro. El
acceso es libre para ambos sexos, aunque los hombres deben vestir la kipá
(gorro ritual que cubre parcialmente la cabeza) que se entrega en la entrada. A
la izquierda del muro se encuentra el Arco
de Wilson, donde se encuentra el arco original del tiempo de Herodes
construido como sostén del puente que unía el Segundo Templo con la parte alta
de la ciudad.
Intentamos llegar a la Explanada del Templo y la Cúpula
de la Roca. En las inmediaciones del Muro de las Lamentaciones le
preguntamos a un militar, de los cientos que se ven por aquí. Nos dice que
mejor nos vayamos, que es muy peligroso, que la zona árabe ni tocarla si no
queremos riesgos innecesarios. ¿¿¿??? Por supuesto ni caso, seguimos a las
nuestras, y tras dar una cuantas vueltas conseguimos dar con la calle Ala
Ed-din que nos lleva directamente a una de las puertas de acceso. Dos agentes de
seguridad israelíes nos cortan el paso y nos dicen que a esas horas, 19:30,
solo pueden pasar los musulmanes. El horario es de 7:30 a 11:00 y de 13:00 a
14:00. Mañana lo intentaremos de nuevo.
Nos hospedamos en el Hebron Hostel, en el lado árabe
de la ciudad, una zona segura incluso de noche, como toda la ciudad. El barrio árabe es un sinfín de
callejuelas de apenas tres metros de ancho, atestadas de tenderetes a ambos
lados que aun las hacen más estrechas. Gran parte de ellas son en pendiente, en
un lado hay escalones y en el otro una empinada rampa por donde pesadas
carretillas bajan las mercancías con gran riesgo para la salud de todos. Por
todas partes hay parejas de los diferentes cuerpos de seguridad israelíes,
fuertemente armados y en muchos casos con el dedo en el gatillo, espero que con
el seguro puesto.
La calle al-Wad
es el corazón de este barrio. Comienza en la Puerta de Damasco y las casas
de cambio que cobija bajo su arco. Luego llegan los cafés y sus pequeñas
terrazas, los vendedores callejeros y ambulantes, las tiendas de frutas y
verduras, de dulces, de ropa, de electrodomésticos e incluso zapaterías y
periódicos. Es zona de paso para musulmanes que se dirigen a orar a la Mezquita
de al-Aqsa, pero también es frecuente ver judíos que van a rezar al Muro de las
Lamentaciones.
2 de agosto
Nos levantamos a las 8:00 como siempre. Hoy toca
visita a la Explanada del Templo.
Volvemos a la puerta de ayer. Resulta que por aquí solo pueden entrar
musulmanes las 24h del día, independientemente del horario de acceso al
recinto. Por aquí no pasan turistas. Los de seguridad nos informan de que
saliendo a mano izquierda hay otra puerta. Esta puerta tampoco admite turistas
a ninguna hora. Finalmente nos indican que el único acceso para no musulmanes es
a través de un puente de madera que empieza junto a la Puerta del Estiércol en la esquina sudeste del Muro de las
Lamentaciones. Tras pasar unos arcos de detección llegamos a una pasarela
elevada que nos lleva a la explanada.
El acceso es gratuito, y desde la pasarela hay unas
estupendas vistas del Muro de las Lamentaciones.
A la explanada no llega ni un solo ruido. Todo es paz y tranquilidad, solo
perturbada de tanto en tanto por vítores y trompetas que llegan desde el Muro,
parece que hoy es día de celebración. Todo el entorno rezuma una paz perfectamente
equilibrada, zonas verdes con altos árboles rodean la extensa explanada. Hay
dos niveles, en el bajo esta la mezquita de Al-Aqsa con las antiguas
caballerizas al fondo, otra extensa explanada. Arriba, en medio de miles de
metros cuadrados de "nada" se encuentra la Cúpula de la Roca. A su
lado lo que seguramente es el lugar de las abluciones.
En Lonely Planet leemos acerca de Palestine
Alternative Tours, una página web desde donde Abu Hassan organiza
excursiones por las zonas palestinas: Hebron, Jericó, Belén, el Muro de
Seguridad e incluso Nablus. Abu Hassan es un palestino, que según nos contó él
mismo, paso seis meses en prisión cuando contaba menos de catorce años por
lanzar piedras contra una patrulla israelí. Tras esa terrible experiencia
decidió no volver a la cárcel nunca más, y ahora se dedica a hacer activísimo
desde el lado pacífico, enseñando a turistas y periodistas el punto de vista
palestino del conflicto de Cisjordania.
A las 14:30 estamos en el Jerusalem
Hotel, donde hemos quedado con Abu Hasan. Hay un pequeño retraso y tenemos que
esperar una hora a que empiece el "Political Tour" (105 IS
cada uno). Es un recorrido por los alrededores de Jerusalén para conocer cómo
afecta el "muro de seguridad" a la vida diaria de los palestinos. Es
inaudito contemplar los efectos de la construcción de un muro de nueve metros
de altura que en la mayoría de los casos solo separa palestinos de otros
palestinos. Dos objetivos apunta nuestro guía mueven a los israelíes a
construir este muro. El primero es el control del agua. Los judíos son el 20%
de la población y controlan el 82% del agua. El muro está diseñado siguiendo
los acuíferos e incluyéndolos en el sector israelí. El segundo objetivo es
encerrar a los árabes, hacerles más difícil el día a día, aislarles.
Hay carreteras israelíes por las que no circulan árabes, que comunican
ciudades judías partiendo pueblos árabes a su camino, y dejando ambos lados del
pueblo incomunicados para siempre jamás. Durante el recorrido hemos entrado en
una colonia judía de casas pareadas, donde al fondo se ve la zona árabe tras el
muro, deteriorada y vieja. La diferencia es abismal, primer y tercer mundo. El
asentamiento árabe junto a esta colonia judía comenzó siendo un campo de
refugiados para 35 familias y ahora viven en él 35.000 personas en unas
condiciones deplorables. Vemos pueblos cuyo acceso principal ha sido sellado
con rocas y escombros, en algunos aún se conserva el "Welcome to...".
Vemos el famoso cehckpoint de
Qalanda que parece un peaje de autopista o un paso fronterizo, y no el
intimidatorio control militar que realmente es. Vemos las geometrías
irregulares del muro que hacen que árabes influyentes queden a un lado u otro
de la valla, y así poder quedar en la zona israelí donde todo son comodidades.
Vemos casas destruidas con la excusa de no tener permiso o encontrarse en zona
ilegal. Vemos muchos puestos de control, dicen que hay más de 500 en toda
Cisjordania. Es un auténtico estado policial en el que el turista tiene más
derechos que el árabe en su propio país.
De vuelta a Jerusalén cogemos el bus (5,5 IS) número 18 a la estación
central de Egged para comprar el billete a Eilat del
domingo (65 IS cada uno). Desde el atardecer de mañana viernes hasta el
anochecer del sábado todo negocio judío permanecerá cerrado por la fiesta del
sabbath. Así que es casi nuestra última oportunidad de comprar los billetes.
Jerusalén Oeste no se parece en nada a la ciudad vieja, es una urbe
mediterránea como cualquier otra, casi no se ven árabes y prácticamente no hay
judíos ortodoxos. A la vuelta cogemos el bus 20, que nos deja en Jaffa Gate.
3 de agosto
Paseando en busca del barrio armenio
nos encontramos con el Cardo en el barrio judío, la
reconstrucción de una antigua calle romana bordeada de columnas, ahora
cubierta, llena de banderas israelíes, y convertida en unas lujosas galerías
comerciales. Cuando los jordanos entraron en el barrio judío en 1948 lo
arrasaron casi por completo. Al recuperarlo en 1967 los judíos tuvieron que
reconstruirlo de nuevo. Lo que se ve hoy es un barrio inmaculado, arbolado (el
único barrio de la ciudad vieja con árboles en las calles) y que ofrece todo
tipo de servicios: cajeros automáticos, fuentes, lavabos públicos... Las calles
son amplias y descubiertas, disponen de alumbrado público, y solo se ven judíos
o turistas. Nada de árabes. Se respira sosiego, no el ambiente pesado y
ajetreado de las calles estrechas de las zonas árabe y cristiana. Un primer
mundo floreciente con todo tipo de comodidades y servicios, de los que no
parecen disponer el resto de barrios.
Hurva Square es el centro del barrio judío. Cafés, tiendas de souvenirs y
restaurantes donde comer al aire libre. Al oeste de la plaza se encuentran las
ruinas de la Sinagoga Huvra, de la que solo queda un arco que para colmo fue
retirado el año pasado para su reconstrucción, así que no vimos nada. La
Basílica de Santa Maria, una iglesia y hospicio del siglo XII de los Caballeros
germanos de San Juan, son otras ruinas cercanas.
Ya se nos ha hecho casi la una. Cogemos un taxi hasta
la Puerta del León, a pocos metros del inicio de la Vía Dolorosa, el camino
recorrido por Jesucristo desde el momento en que fue detenido hasta su
crucifixión. La procesión que venimos a ver empieza una hora más tarde de lo
que pensábamos. Durante esa hora, visitamos la Iglesia de Santa Ana o Bethesda
(7/5 IS adulto/estudiante), lugar en el que según la tradición cristiana nació
la Virgen María.
La procesión la realizan los padres franciscanos cada
viernes a las 15:00 siguiendo todas las estaciones del Vía Crucis.
Comienza en la madraza al-Omariya, antiguo cuartel de la guarnición romana en
Jerusalén donde Jesús fue juzgado, y acaba en la Iglesia del Santo Sepulcro.
Cada estación está debidamente marcada y en su lugar se han construido capillas
o iglesias donde meditar u orar. Tardamos 75 minutos en recorrer los escasos
500 metros de ruta. Hay entre doscientas y trescientas personas siguiendo el
evento, y en algunos momentos se hace difícil no perder de vista a los padres
franciscanos. Se detienen en cada estación, leen un pasaje del evangelio en
tres idiomas (latín, inglés y castellano) y se reza una oración o un canto. En
total son unos seis monjes, mas uno de seguridad que va vestido estilo turco
ortodoxo, además de la omnipresente seguridad israelí. Todo va bien, a un ritmo
relativamente rápido, que no se nos hace nada pesado. La procesión termina con
una corta misa en el interior de la iglesia del Santo Sepulcro donde se
encuentran las últimas cinco estaciones.
Saliendo por la Puerta de los Leones y bajando la
carretera a mano derecha nos encontramos con el Monte de los Olivos,
donde Jesús oraba con frecuencia y donde se encontraba la noche que fue
arrestado. El Libro de Zacarías lo identifica como el lugar desde el que Dios
comenzará a redimir a los muertos al final de los tiempos, razón por la cual
los judíos de la ciudad llevan siglos excavando sus tumbas allí. Las laderas se
encuentran llenas. En algunas guías advierten sobre lo peligroso de la zona y
lo poco seguro que es llegar hasta el barrio árabe que hay en la cima. Nosotros
no tuvimos ningún problema, disfrutamos durante la subida de unas fantásticas
vistas de la ciudad vieja, y durante el descenso de la puesta de sol.
La ascensión comienza en el Jardín de Getsemaní, donde Jesús rezó la última noche antes de ser
crucificado. Hay fantásticas vistas de la ciudad vieja. Aquí se encuentra la Iglesia
de las Naciones, que conserva una sección de la base rocosa identificada
como el lugar en el cual Jesús orara solo en el huerto la noche de su
detención, la Tumba de la Virgen Maria o la Iglesia Ruso-Ortodoxa de Sta.
Maria Magdalena, en honor a la primera persona que vio a Jesús
tras su resurrección.
En el barrio
armenio, el más pequeño y tranquilo de todos, se encuentran la Ciudadela un
imponente castillo dentro de las murallas tras la Puerta de Jaffa, y la Catedral
de San Jaime.
4 de agosto Hoy toca excursión a las zonas
palestinas. Saliendo por la Puerta de Damasco a mano derecha, junto a
la carretera de Nablus, se encuentra la parada de autobús para destinos árabes.
Nos subimos en una furgoneta para doce personas con destino Belén (5,5 IS) que se llena en
apenas cinco minutos. Belén es nombrada por primera vez en la Biblia relacionándola
con la muerte de Raquel, quien tras morir dando a luz fue enterrada a las
afueras del pueblo por su esposo Jacobo. Pero sin duda es el nacimiento de
Jesús el acontecimiento más importante del que Belén ha sido testigo, y el
evento histórico que durante siglos ha traído a peregrinos y visitantes de todo
el mundo.
El bus nos deja en la carretera que lleva a Hebrón,
desde donde hay que subir la colina atravesando un típico mercado árabe,
pequeño y agradable. Aquí solo se venden artículos de consumo local: ropa,
alfombras, artículos para el hogar, carnes, frutas, verduras. Nada de
relicarios o botellas de agua bendita. Es sábado, está a rebosar y más gente no
cabe, pero no nos cruzamos con ningún turista. Solo en Manger Square, frente a
la Iglesia de la Natividad, vemos un
par de autocares.
La iglesia está rodeada por un muro que le da aspecto
de fortaleza. La puerta principal fue rebajada por los cruzados para evitar la
entrada de jinetes, convirtiéndola en la diminuta puerta actual, por la que hay
incluso que agacharse para poder entrar. La basílica esta poco decorada y
apenas entra luz natural, unas columnas doradas separan la nave central de las
blancas y desnudas paredes laterales y tan solo en el altar hay una profusión
de lámparas que no acaban de darle el aire majestuoso que el lugar se merece.
Toda ella tiene un aspecto descuidado muy alejado del lugar alegre y glorioso
con que representamos los pesebres. Junto al altar una escalera nos lleva a la Gruta
de la Natividad, donde un agujero rodeado de una estrella de plata de 14
puntas señala el punto exacto del nacimiento de Jesús. En otro rincón de la
cueva, bajando tres escalones, está la capilla del pesebre, un pequeño
altar situado sobre el lugar donde fue depositado el Niño. Desde aquí unos
túneles comunican con la Iglesia de Sta. Catalina, desde donde se
retransmite la Misa del Gallo a todo el mundo la noche de Navidad. Los padres
franciscanos hacen una procesión diaria de una iglesia a otra atravesando estos
túneles a las 12:00, siendo el único momento en que se abren al público.
Saliendo de esta iglesia nos encontramos con el tranquilo Claustro de los
Cruzados, presidido por una estatua de San Jerónimo.
Unas calles más arriba encontramos la Capilla de la Roca de la Leche, donde
la Sagrada Familia se refugió aquí en su viaje a Egipto. Se dice que una gota
de leche de la Virgen cayó en el suelo dando origen a la blanca piedra
caliza.
Atravesamos el mercado de nuevo de vuelta hacia la
carretera y cogemos un bus hacia Hebrón
(5 IS), una ciudad sagrada para judíos, musulmanes y cristianos por ser el lugar
donde está enterrado el patriarca Abraham. La tensión aquí es permanente. En
1995 se inicia el largo proceso de retirada israelí de las ciudades
cisjordanas, que se consuma aquí dos años más tarde con el Protocolo de Hebrón.
La ciudad queda dividida en dos áreas: H1 es el 80% controlado por la ANP,
incluye zonas residenciales y comerciales al oeste de la ciudad vieja; H2 es el
restante 20% que incluye la qasba, un pequeño asentamiento de 400
colonos, y áreas adyacentes a la gran colonia judía de Kiryat Arba.
Este relativamente pequeño sector es el centro
geográfico, económico, histórico y religioso de Hebrón. La principal misión
aquí del IDF (ejército israelí) es la protección de los colonos, sometiendo a
la población palestina con restricciones de tráfico, controles de documentación intensivos,
checkpoints y puestos de vigilancia armada en tejados y torretas. La vida en el
H2 se ha hecho imposible para los árabes, que la han abandonado casi por
completo.
Nos apeamos en medio del nuevo
mercado. Se trata de un mercado descubierto muy animado lleno de productos de todo tipo,
surgido como consecuencia del desplazamiento de los negocios del viejo zoco, en
la actualidad fuertemente vigilado por el ejército israelí Atravesándolo
llegamos a una calle estrecha y desierta con pinta de no vivir nadie. Al fondo
se ven lonas caquis y alambradas. Sin duda nos estamos acercando a la zona
custodiada por los israelís. Un soldado desde una torreta y con un M16 en las
manos nos pregunta por nuestra procedencia y hacia donde nos dirigimos, además
de avisarnos de la prohibición de hacer fotos en esta zona. Entre tanto una patrulla fuertemente armada se cruza con nosotros. Con la
mini cámara de Rosa conseguimos grabarlo casi todo.
El viejo mercado es un laberinto de
callejones repletos de tiendas cerradas, una ciudad fantasma donde apenas una
decena de tenderos de los más de doscientos que había, aguardan la llegada de
los escasísimos turistas que nos dirigimos a la Mezquita de Abraham. Algunas
calles están cubiertas con una red que protege a los palestinos de basuras y
piedras arrojadas sobre ellos por los colonos.
Estamos otra vez en un lugar de
fuerte simbolismo religioso. La Mezquita de Ibrahim está construida en lo alto de una
pequeña colina sobre la Cueva de Makhpela, la Tumba de los Patriarcas, donde
según la tradición judía se encuentran los sepulcros de Abraham y su esposa
Sara, cuatro de sus hijos, y los de Adan y Eva. Esta considerado el segundo
lugar más sagrado del judaísmo,
y el segundo punto más importante para los musulmanes en Tierra Santa después
de la Cúpula de la Roca. La cueva tiene una especial importancia para los
judíos por tratarse según el Libro del Génesis del primer terreno comprado por
Abraham en la Tierra Prometida.
Cisjordania es un enjambre de
controles militares, vallas metálicas, alambradas y torretas grises, salpicada
de asentamientos judíos a los que los colonos llegan por carreteras para su uso
exclusivo, y los palestinos usan otras
que les permite moverse por la zona ocupada sin necesidad de atravesar barrios
judíos. Así que para ir a Belén o Hebrón en transporte público la única opción
es dirigirse a la parada de autobuses árabes frente a la puerta de Damasco.
Salen cuando están llenos.
Desde Belén salen autobuses hacia Jerusalén y Hebrón cada 30
minutos. Desde Hebrón hay que tomar bus a Belén, cambiar de
vehículo y tomar otro a Jerusalén. También hay autobuses directos a Ramallah.
DAHAB , 6 - 8
de agosto
5 de agosto
El taxi nos deja en la estación
central de Egged en
Jerusalem Oeste con tiempo suficiente para coger el bus de las 07:00 a Eilat.
Tardamos cuatro horas y media en llegar a la única ciudad israelí en el mar
rojo. Tras dar unas cuantas vueltas encontramos la parada del bus numero 15
(6,5 IS) que nos llevara hasta la frontera con Egipto. Es una frontera
terrestre como cualquier otra, pagas la tasa de salida (67,5 IS), te ponen el
sello y ya das de bruces con el duty free, donde hay la misma oferta que en la
frontera norte con Jordania: "comprando cuatro productos de chocolate, te
regalan el quinto".
En el lado egipcio rellenamos el
formulario de inmigración de siempre y cogemos un taxi por 10 LE a la estación
de autobús de Taba. Caro, pero nos hemos ahorrado caminar un kilómetro bajo el
tórrido sol. Ya hemos entrado en la Península del Sinaí. Aquí es donde anduvieron durante 40
años los hijos de Israel, y donde Dios entrego a Moisés las Tablas de la Ley.
Un lugar donde cada año vienen más viajeros atraídos por sus montes bíblicos,
el monasterio de Santa Catalina, las cristalinas playas del mar Rojo o la
posibilidad de poder cruzar las fronteras de Jordania e Israel. Además Petra está
relativamente cerca de aquí y es fácil contratar excursiones de un par o tres
de días desde Dahab.
Esperamos una hora para coger el bus
a Dahab. El trayecto dura tres
horas. Tenemos reserva en el Penguin Village, un hotel de bajo coste con poco
parecido a la buena imagen de su website. Por suerte la oferta hotelera aquí es
amplia, y la misma noche damos paga y señal en otro para mudarnos al día
siguiente. Dahab es un pequeño pueblo en la costa del
Mar Rojo, dos calles dispuestas a lo largo de la orilla, mar a un lado y
desierto al otro. Su paseo está lleno de palmeras, restaurantes, hoteles,
centros de buceo y muchos turistas, especialmente mochileros. Es un lugar ideal
para descansar y relajarse en sus cálidas playas coralinas, o descubrir el desierto
y su pasado bíblico sin prisas.
6 de agosto
Nuestra primera noche la pasamos en
Nuestro nuevo alojamiento es el
confortable
Dejamos las mochilas en la
habitación, bajamos la ropa sucia para que la lleven a la lavandería, y
volvemos al Penguin Village a hacer nuestra primera excursión en Dahab.
El Blue Hole es un famoso lugar de buceo,
10 km al norte de Dahab, accesible en 30 minutos por una carretera que
transcurre por la playa. El profundo “agujero azul”, de 80 metros a pie de
orilla y unos 50 mts de diámetro, descansa bajo unas terrazas de coral poco
profundas donde abundan docenas de especies de peces, anguilas y otras
maravillas marinas. Sus orillas están llenas de restaurantes y tiendas donde
alquilar aletas y gafas para hacer snorkel. Para hacer submarinismo con
bombonas hay que contratarlo previamente en Dahab. Elegimos un restaurante con
alfombras y cojines en plan beduino para dejar las cosas mientras nos bañamos,
tomar algún refresco y comer algo plácidamente a la sombra. Salida 11:00,
vuelta 16:00, trayecto 1/2h, precio 30 LE, incluido el equipo de snorkeling.
De vuelta al hotel nos damos una
breve siesta y nos relajamos en la piscina. Acabo el libro sobre Pedro Paez.
Cenamos por 90 LE en un horrible restaurante chino, The Dragon. Contratamos la
excursión de mañana a otra zona de buceo, los Three Pools.
7 de agosto
Los Three Pools, es una zona de playa
abierta de unos 500 mts de largo, a media hora de Dahab dirección sur. Así como
el Blue Hole se pierde en las profundidades del abismo limitando por ello la
zona accesible al snorkeling, aquí la profundidad máxima no supera los cuatro
metros facilitando mucho el moverse entre el coral e incluso nadar sobre él. El
numero de peces así parece mayor, hay bandadas de miles de peces de apenas unos
centímetros entre los que nadar, el famoso pez payaso (Nemo), pez ángel, pez
mariposa, pez león, pez loro, peces pequeños la mayoría. También hay coral de
todo tipo, estrellas de mar, medusas, anémonas... Salida 11:00, vuelta 16:00,
trayecto 1/2h, precio 40LE, incluido el equipo de snorkeling, lo organiza Sphinx Safari.
De vuelta al hotel tras un poco de
relax y una ducha, y de comprobar que nuestra laundry aun no está hecha, nos
vamos a cenar al que según Lonely Planet es el mejor restaurante de Dahab, el
Terminada la cena compramos un agua y
unas galletas para la excursión de esta noche y nos vamos a dormir un rato
antes de partir, con la promesa de que tendré la ropa limpia en recepción
cuando despierte. Al despertar el laundry aun no está y tengo que ponerme otra
vez los pantalones thai de Rosa.
8 de agosto
Excursión al Monte Sinaí y Monasterio
de Sta. Catherina. 60 LE, mas 17 LE acceso a la zona protegida. Llevar ropa de
abrigo, y algo de comer y beber. Hora de salida 23:00, trayecto 2h, ascensión
por el camino de camellos 2 1/2h, descenso por los escalones 1 3/4h, hora de
vuelta al hotel 09:00, llegada a Dahab 11:00, organiza Penguine Village. En la
furgoneta somos 15 personas, tres son niños.
Nos asignan un guía al llegar que nos
acompañará hasta la cumbre del Monte Sinaí, y
nos guiará durante la bajada. La subida es una pista de tierra pedregosa con
una pendiente constante que serpentea la montaña durante seis kilómetros. Las
dos horas y media de ascensión se hacen a oscuras iluminados solo por la
linterna que cada uno ha llevado, la temperatura es relativamente baja y las
piedras hacen muy incomodo el paso en algunos tramos. A lo largo del camino hay
cabañas donde tomar té y chocolate caliente, así como refrescos, agua,
galletas, barritas energéticas, o simplemente sentarse un rato a reposar.
Ya en la cima el guía nos lleva al
techo de una cabaña deshabitada donde tras distribuir mantas (10 LE) y
colchones (10 LE) podemos dormir un par de horas antes de que amanezca. Es aquí
donde la Biblia cuenta que Dios entrego los Diez Mandamientos a Moisés. El
amanecer rodeados de este paisaje lunar que forma la combinación de desierto y
picos rocosos es espectacular. El esfuerzo merece la pena. Ahora toca bajar. El
descenso lo realizamos por el lado opuesto de la montaña, por los 3.750
escalones que un monje colocó en penitencia hasta el monasterio. Este tramo
castiga especialmente las rodillas, y junto al calor que va en rápido aumento
con la salida del sol, tampoco hacen de él un camino de rosas.
No se necesita de ningún
entrenamiento especial para realizar esta excursión, pero no confiarse, no es
un paseo por el campo. Si surgen problemas y no podemos seguir la ascensión, el
guía no puede abandonar al resto del grupo al que acompañara durante todo el
camino, y tendremos que esperarle seguramente durante horas hasta que vuelva
por nosotros o envíen a alguien. No creo que sea recomendable para niños pequeños,
personas mayores o personas con problemas de movilidad o baja forma física.
Reposamos un poco mientras esperamos
que abra el Monasterio de Sta.
Caterina
Al llegar al hotel por fin tenemos la
ropa. Dormimos hasta pasadas las dos y comemos en el propio hotel. Nos
relajamos en la piscina escribiendo el diario y leyendo, esperando al día de
mañana en que cogeremos el avión a Luxor desde Sharm el-Sheik.
LUXOR, 9 y 10
de agosto
9 de agosto El día comienza a
las 5:00 subiendo al taxi que por 200 LE nos llevara desde Dahab hasta el
aeropuerto de Sharm el-Sheik. Cubrimos el trayecto en hora y cuarto. A las 9:05
aterrizamos en el
Tras dar unas cuantas vueltas nos
decidimos por el
Comemos en el restaurante
Nos vamos a
visitar el Templo de
Karnak (50 LE), que es en realidad un complejo de seis templos
además de diversas capillas y estancias menores, de mil quinientos metros de
largo por ochocientos de ancho. Trabajaron en el hasta treinta faraones, solo
durante el reinado de Ramses II se emplearon 80.000 personas entre tareas de
construcción y mantenimiento. Toda la parafernalia faraónica esa representada
aquí: enormes columnas, jeroglíficos, dioses de todo tipo, tumbas, columnatas,
obeliscos, guías, grupos de autocar, buscadores de propinas... La sala
hipóstila contiene nada menos que 122 columnas de 15 metros de altura, las doce
del pasillo con capiteles en forma de papiro llegan a los 22 metros. Hay varios
obeliscos, uno de ellos de 29 metros de altura y 325 toneladas de peso. Posee
incluso un "lago sagrado" en su interior de 3.200 m², utilizado para
las abluciones. Demasiado grande y monumental, me avasalla.
Cenamos en un khoshari house cerca del hotel un par de raciones mas
bebidas, por 12 LE. De postre una de las delicias más desconocidas de este
país, los helados. Tarrina de mango, dátiles (!!!) y albaricoque, y otra de
mango y melón, 8 LE todo.
10 de agosto
Por 200 LE Ramadan será nuestro
chofer hoy para visitar la orilla occidental. Tardamos unos 45 minutos en
llegar al ticket office,
el coche es viejo y no está para muchos trotes. Deir el-bahari (26 LE). Este
templo dedicado a la reina Hatshepsut, es una enorme estructura distribuida en
tres amplias terrazas, integrado perfectamente en la ladera de una montaña que
le da un aire colosal. Lo que más destaca a primera vista son las terrazas
columnadas y la ancha rampa de acceso escalonada en el centro. Tiene todo ello
un aire al patio de ceremonias de la Ciudad Prohibida de Beijing. Entre 1993 y 1997
las inmediaciones del templo sirvieron una vez al año de escenario para la ópera
Aida, de Verdi.
La compra de entradas para visitar
esta zona es algo confusa. A excepción de los valles de los reyes y las reinas,
y el templo de Deir el-bahari, el resto de entradas se compran en el ticket
office. Y eso significa que entre la "atracción" y la
"taquilla" habrá en la mayoría de los casos kilómetros. Así que hay
que planear bien de antemano lo que queremos ver para evitar sorpresas. Los
accesos a las tumbas suelen ser anchos y están bien iluminados, aunque su
interior es caluroso y la humedad es muy elevada.
Valle de los Reyes (70 LE) El
precio incluye el acceso a tres tumbas. La de Tutahnkhamon cuesta 80 LE extras.
Tutmosis III.
Se encuentra en lo alto de un despeñadero. A su interior se accede por un
pasillo muy empinado. La primera sala está vacía aunque las paredes están
completamente decoradas. Un poco más abajo en la segunda sala, hay dos columnas
decoradas con motivos familiares, y un sarcófago de piedra con un dibujo del
ojo de Ra donde yació el faraón. Ramses
I. Es una tumba pequeña, cuya construcción fue rápida y
precipitada debido a la repentina muerte del faraón antes incluso de que
estuviese acabada. El acceso es por una escalera corta y empinada, y solo la
cámara sepulcral está decorada. Menefta.
Sin duda lamas espectacular. El pasillo es ancho y largo, todo el lleno de
dibujos de diferentes dioses y buitres volando. A medio camino se ve desde el
pasillo una sala a mano derecha donde hay una piedra hueca que parece haber
servido de sarcófago. Al final del pasillo la sala sepulcral es enorme, tiene
ocho columnas y unas escaleras interiores, que le dan un aspecto de balconada,
desde donde poder admirar el sarcófago que se encuentra en medio. Aquí apenas
hay pinturas, pero la sala está rodeada de pequeñas cámaras que le dan un aire
aun mas majestuoso.
De aquí al Valle de los Nobles (20 LE),
donde prácticamente no hay nadie, y donde llegar a las tumbas resulta algo
confuso. Un chavalín que vende alabastros nos guía por 5 LE, y nos indica
cuales son las tumbas más bonitas, que no eran ninguna de las que llevábamos
previstas. No se equivocó, eran una maravilla. Sennefer. Alcalde de la ciudad. La mejor
tumba de todo el día con muchísima diferencia. Una sala toda ella decorada con
escenas de dioses, de vivos colores y sin deterioro aparente. Los techos están
predominantemente cubiertos de hojas de parra, menos en la parte central donde
entre dos columnas se distinguen franjas con motivos geométricos y florales.
Allá donde dirijas la vista, allí hay
color. El guardián nos explica y nos guía por ella. Ni un milímetro sin
colorear, una maravilla. Rekhmire.
Gobernador de la ciudad y visir. A pocos metros de la anterior, hay que
visitarlas conjuntamente. Es una tumba alargada en forma de T invertida. En el
extremo derecho, conforme se entra, hay escenas que muestran los regalos que le
hicieron de países lejanos: jirafas, panteras, monos... La zona alargada va
creciendo en altura conforme te internas en ella hasta alcanzar los 8 metros,
las paredes están completamente dibujadas, y los guías aprovechan los rayos de
sol para con un espejo hacer de puntero a los turistas, y de paso deteriorar lo
que 3.000 años de historia no han conseguido borrar.
En el Valle de las Reinas (25 LE) solo
hay abiertas tres de las ciento cuarenta tumbas existentes. De las dos que
visitamos hay que destacar el buen estado de conservación y la perfección de
sus jeroglíficos. Amonhirjoepeshef.
Al fondo hay un pequeño sarcófago que contiene el cuerpo del protagonista de
esta tumba, un niño de unos 15 años hijo de Ramses III. Las pinturas muestran a
su padre presentándolo a los dioses del otro mundo. Jemueset. Hermano del
anterior, también murió joven aunque no se sabe de qué. Las pinturas muestran
al padre acompañándolo al más allá.
Medinat Habu (25 LE) Es el
templo mortuorio de Ramses III. Otra construcción de proporciones
"faraónicas", el pilón de entrada que tiene una superficie de más de
1.300 m² está adornado con imágenes del faraón castigando a prisioneros en
presencia de los dioses. Tras cruzarlo hay un patio, el palacio real, otro
pilón y otro patio, antes de llegar a la primera sala hipóstila. La mayoría de
los jeroglíficos que vemos son de motivo militar. Igual que todos, es que a mi
todos me parecen lo mismo.
Mientras Ramadan se va a rezar a la
mezquita, hoy es viernes, nosotros comemos en un restaurante junto al templo.
Nuestra última parada es para ver los Colosos de Memnon, dos enormes estatuas de piedra que
representan a Amenhotep III, y que presidían la entrada a un inmenso centro
funerario en su honor del que hoy en día no queda prácticamente nada. Estas
estatuas están a pocos metros del ticket office pero lo dejamos para el final
porque había muchos turistas a primera hora de la mañana.
Siesta de hora y media y tras una
duchita, dando un paseo de quince minutos nos plantamos en el Templo de Luxor. Es algo más
pequeño que el de Karnak. A la izquierda hay un paseo de esfinges de unos
doscientos metros de largo, que dicen en sus tiempos se unía con el templo de
Karnak a tres kilómetros de aquí. A mano derecha dos grandes estatuas de Ramses
II dan paso al templo propiamente dicho. Lo de siempre patio: atrios, columnas,
sala hipóstila, santuarios... Lo más curioso es una mezquita activa que se
construyo siglos atrás en el primer patio. Terminamos el día fumando unas
shishas y bebiendo te invitados por Ramadan en una teteria de su barrio. Un
tipo estupendo.
Es la forma más fácil de moverse por
la ciudad y alrededores. Es un servicio barato, aunque los coches están
destartalados y no tienen aire acondicionado. Un taxi al aeropuerto cuesta unas 30 LE, todo el día orilla
oriental 60 LE, todo el día orilla occidental 200 LE, traslado a Aswan (300 KM)
450 LE. Los precios se pueden negociar a la baja, eso depende de las facultades
o intereses de cada uno.
ASWAN, 11 y 12
de agosto
11 de agosto
Tras descartar los cruceros por ser
demasiado caros, decidimos viajar desde Luxor en taxi. Cerramos un precio con
Ramadan de 450 LE. Los viajes por carretera en el sur solo están permitidos
para extranjeros si viajan en convoys. Cuando estuve en Egipto por primera vez
hace ocho años, un convoy lo abría y cerraba un jeep militar, y dentro de cada
bus iba un soldado armado. Ahora parece ser que se han relajado. El convoy se
forma en un punto fijo de la ciudad que está custodiado por el ejército, pero
cuando la caravana inicia la marcha no hay ningún tipo de protección. Y aunque
atravesamos numerosos controles, al viajar en grandes grupos formados solo por
extranjeros somos un objetivo mucho más fácil que si viajáramos
"camuflados" en un autobús civil. O sea, una gilipollez.
En pie temprano como viene siendo
habitual estos últimos días. 6:30. Ramadan nos recoge en la puerta del hotel. 7:00 El convoy,
formado por casi 20 vehículos y ningún tipo de escolta militar, inicia la
marcha. 8:15
Parada en Esna para tomar algo. No se visita el templo, el gran perjudicado
desde que se instauraron los viajes en convoy. 8:30 Reemprendemos la marcha.
9:15 Llegada al Templo de Edfu.
Dedicado a Horus, es el templo mejor conservado de Egipto y uno de los más
grandes. Tras el colosal pilón de entrada vigilado por dos halcones de granito,
se accede la atrio, cuyas paredes están llenas de relieves que cuentan su
construcción por parte de Tolomeo III, padre de Cleopatra, y las luchas de
Horus con su tío Set para vengar el asesinato de su padre Osiris. En el
santuario a Horus, al final del complejo tras la sala hipóstila, hay una
reproducción en madera de la barca divina utilizada antiguamente para las
procesiones. 10:20 Reemprendemos la marcha.
11:30 Llegada al Templo de Kom-Ombo.
Es el único templo construido en un doble plano. Todo está duplicado. Tiene
santuarios gemelos para el dios cocodrilo Sobek y el dios halcón Horus, hay dos
entradas, dos santuarios, dos patios, dos salas hipóstilas... Es mucho más
pequeño que el anterior y se encuentra en peor estado de conservación, pero su
ubicación en una de las curvas del Nilo lo convierte en uno de los templos más
atractivos de visitar. A los lados de la entrada hay un nilómetro y un museo
con tres cocodrilos modificados, que desafortunadamente no vimos. 12:10 El convoy
reinicia la marcha. 13:00 Llegada a Aswan.
Vemos tres hoteles antes de decidirnos, y nos despedimos de Ramadan.
Nos hospedamos en el
Tras descansar media hora, vamos a la
estación de tren con la intención de comprar un billete para el día siguiente
hacia Alejandría. Para el domingo no queda nada ni para Alejandría ni para
Cairo, hay que esperar al lunes. Donde si hay plaza es en el Abela Egypt Sleeping
Train pero cuesta 52$, y solo aceptan pagos en dólares o euros. Nos
decidimos a probar suerte en Egypt Air, y encontramos un vuelo a Cairo por 240
LE (unos 32€), desde allí ya cogeremos un tren hasta Alejandría.
Al salir de las oficinas de Egypt Air
nos asaltan los "capitanes" de falucas. El primero nos pide 25€ por
hora, nosotros sabemos que el precio son 25 LE (siete veces menos), llega a 40
LE pero de ahí no baja. El segundo con el que tratamos esta mas dispuesto a
hacer negocios. El paseo dura unas dos horas, hay muy poco viento. Hoy toca
acostarse pronto, mañana visitaremos Abu Simbel, nuestro objetivo al bajar
hasta aquí, y avión a media tarde hacia Cairo. Nos iremos de Aswan sin ver la
Isla Elefantina, el Obelisco Inacabado o el Cementerio Fatimí, pero hemos
decidido cambiar el insoportable calor del sur de Egipto por la reconfortante
brisa marina del Mediterráneo que nos espera en Alejandría.
12 de agosto
Excursión a Abu Simbel. 2:45. Suena el despertador. 03:15. Bajamos a
recepción duchados y con las mochilas hechas que nos guardarán hasta la vuelta.
03:30.
Subimos a la furgoneta, que va recogiendo gente por diferentes hoteles hasta
unirse al convoy. 04:00.
Llegamos al punto de reunión.
04:30. El convoy inicia la marcha. 07:30. Llegamos a Abu
Simbel, a 286 km de Aswan. Estamos en pleno desierto, en la antigua región de
Nubia ahora desaparecida bajo las aguas del lago Nasser.
Abu Simbel (70/35 LE
adulto/estudiante) es sin duda el templo por excelencia, la imagen que te viene
a la mente cuando piensas en Egipto. El Gran Templo de Ramses II, es un templo
mas bien tirando a pequeño excavado directamente en la roca. En la puerta hay
cuatro estatuas de Ramses II sentado de 20 metros de alto, a su lado hay otras
estatuas menores de sus esposas, hijos y algunos dioses. En el interior hay una
gran sala de 65 metros de largo con ocho pilares provistos de imágenes de
Ramses II con apariencia de Osiris. Las paredes están llenas de relieves
representando batallas y el techo está adornado con buitres con las alas
desplegadas. Al final se encuentra el Santuario Sagrado con cuatro imágenes de
dioses sentados. En esta sala solo entra el sol dos veces al año, el 21 de
octubre (nacimiento de Ramses II) y el 21 de febrero (día de su coronación)!!!
Ramses II mando construir a pocos metros un templo consagrado a Hator, la diosa
del amor, dedicado a su esposa la Reina Nefertari. Hay también cuatro estatuas
en la entrada, aunque de menor tamaño. El templo se adentra 35 metros en la
roca, y sus relieves y dibujos se conservan en muy buen estado.
10:00 Iniciamos
la vuelta. 13:00
Llegamos a Aswan. Rosa duerme todo el viaje. Comemos en un khoshari house, y
después de recoger el equipaje, un taxi nos lleva al aeropuerto por 25 LE mas
10 LE de tasas. En el aeropuerto
Alejandría fue fundada por Alejandro
Magno, gobernada por Cleopatra, poseía una de las Siete Maravillas del mundo
antiguo (el Faro) y la Biblioteca más grande del mundo en su época. Aunque
apenas queda rastro de su glorioso pasado, Alex como la llaman sus habitantes,
es hoy una ciudad agradable y tranquila al borde del mar. Un buen lugar donde
comer pescado, visitar alguno de sus cafés, pasear por la playa junto al
puerto, perderse en los barrios viejos, o asombrarnos con la renovada
Biblioteca inaugurada en 2003. El clima es también más relajado, mas
mediterráneo, un contraste que agradeceremos si hemos estado viajando por el
resto del país. Dos días aquí están más que justificados.
12 de agosto
Provenientes de Aswan llegamos al
aeropuerto de Cairo a las 17:17 con tiempo suficiente para coger un taxi a
Cuando llegamos son las 21:00. Después
de haber pasado por unos cuantos hoteles baratos (Union, Crillon y Acropole),
todos ellos bastante sórdidos, no encontramos nada de nivel medio, así que nos
vemos obligados a darnos un homenaje en el
13 de agosto
Salimos a la calle a las 11:30. Nos
enteramos de que el Museo Greco-Romano,
la joya de la ciudad, está en reformas y por lo tanto cerrado al público. Cerca
de él está el Museo Nacional
(30
LE). De tamaño mas bien pequeño está dividido en tres secciones, el sótano está
dedicado al período faraónico, la planta baja cubre la época grecorromana y el
primer piso los períodos copto e islámico. También se exhiben objetos
recuperados del fondo del mar, como una estatua de Isis o monedas de oro y
plata de la flota de Napoleón. Bien etiquetado y ameno, pero el aire
acondicionado esta tan fuerte que necesito salir de tanto en tanto a calentarme
bajo el tórrido sol.
Desde aquí taxi (5 LE) a la nueva Biblioteca de Alejandría (10 LE) construida
1.600 años después de la desaparición de la primera. Una auténtica pasada. El
edificio tiene forma de disco saliendo del mar decorado con bajorrelieves
caligráficos de la mayoría de las lenguas del mundo. Su interior está dividido
en 10 niveles, cuatro de ellos por debajo del nivel de calle. Tiene capacidad
para 2.000 personas, hay 350 ordenadores para consulta de internet, y puede
albergar hasta veinte millones de volúmenes. El complejo incluye otros dos
edificios: un centro de conferencias y un planetario que alberga además los
museos de Caligrafía, Arqueología y Ciencia. Se ofrecen visitas guiadas en
varios idiomas incluido español, tan solo hace falta preguntar en recepción.
Tras comer algo por los alrededores,
cogemos el tranvía amarillo (25 piastras) hacia la Fortaleza de Qaitbey. Llegamos tarde, ya
que aunque cierra a las 16:00 Lonely Planet dice que lo hace a las 18:00.
Paseamos un rato y nos sentamos a tomar algo en un bar con vistas al puerto en
el paseo marítimo. La estrecha playa está abarrotada de gente, familias enteras
vienen a pasar la tarde o a tomar algo en las mesas que hay en la propia arena.
Lo más pintoresco, para un occidental al menos, es ver cómo se bañan las
mujeres completamente vestidas, pañuelo y velos incluidos. Acabamos la noche
cenando en el
14 de agosto
Entre una cosa y otra no pisamos la
calle hasta las 11:30. Primer destino el Anfiteatro Romano (15 LE), a tan solo
unos pocos pasos del hotel. El teatro está perfectamente conservado. Es de
tamaño mas bien pequeño, tan solo trece filas de asientos, aunque se cree que
originalmente fueron dieciséis. A su alrededor se encuentran los restos de la
antigua villa romana, entre ellos la Casa de los Pájaros
(10 LE), donde se conservan unos interesantes mosaicos representando aves.
Por 5 LE un taxi nos acerca hasta las
Catacumbas de Kom
al-Shuqafa
(25 LE). Son unas tumbas del siglo II descubiertas por casualidad cuando un
burro cayo de repente en un profundo socavón. La necrópolis tiene una
profundidad de 35 metros y está compuesta por varias plantas excavadas en la
roca y un sinfín de pasillos que albergan cámaras y nichos funerarios. Los
"huéspedes" eran bajados mediante cuerdas por un enorme pozo central
hasta el triclinio, una especie de comedor romano donde los familiares
celebraban un almuerzo en memoria del difunto. Aún se pueden ver sarcófagos e
imágenes de dioses egipcios. Impresionante, lo mejor de la ciudad junto con la
Biblioteca.
Dando un paseo por el barrio que las
rodea nos acercamos a la Columna de Pompeyo (15 LE). Una colosal columna de 30 metros
de altura, cuyo nombre se debe a que los cruzados creyeron que señalaba el
lugar donde había sido enterrado Pompeyo. El barrio se ve mucho más pobre que
otras zonas de la ciudad. Las calles son polvorientas y sin asfaltar, a ambos
lados hay tiendas y tenderetes de todo tipo, incluso en un callejón encontramos
una docena de cabras pastando en un abrevadero. El ambiente es más animado y la
gente amable como siempre. Alejandría es más barata, y en algunos sentidos más
amigable que Cairo, será por la brisa del mar.
Como siempre desconcierto para
comprar el billete. No quedan asientos libres para el tren de las siete de la
tarde a Cairo. Son las cinco de la tarde, así que en otro taxi (10 LE) nos
vamos a la estación de autobús, desde donde por 15 LE salimos en un
CAIRO, 15 - 17
de agosto
15 de agosto
La habitación que ocupamos ayer noche en el Hotel Luna no tiene nada que
ver con la de hace un mes. No habiendo libres para hoy nos cambiamos al
Entre una cosa y otra hasta las doce no estamos en la calle. Hoy toca la zona
cristiana de Cairo. Cogemos el metro (1 LE) en Sadat y nos bajamos en Mar
Girgis.
Esto es el centro del Barrio Copto uno de los puntos más interesantes de la
ciudad. Un remanso de paz de apenas media docena de calles peatonales,
estrechas y adoquinas, herencia de la aparición y auge del cristianismo entre
los siglos IV y VII. Deambulando por sus calles visitamos la Iglesia y
Monasterio de San Jorge, la Iglesia de Santa Bárbara (que contiene las
reliquias de esta santa, que fue encarcelada y torturada hasta morir por no
casarse con el hombre que su padre le había asignado), la Iglesia de San
Sergio (en cuyo sótano se encuentra una cripta donde se supone que descansó
la Sagrada Familia durante su huida de Egipto), el Convento de San Jorge
(donde aún están las cadenas usadas para su martirio), la Sinagoga de Ben
Ezra (el lugar donde supuestamente la hija del faraón encontró a Moisés en
una cestita de mimbre) y la fantástica Iglesia Colgante de Al-Muallaqa
(coronada con dos campanarios y consagrada a la Virgen Maria). Vemos algunos
tenderetes con productos diversos y tiendas de motivos religiosos. En el
monasterio de San Jorge hay un bar llevado por una gente muy amable donde nos
refrescamos y tomamos algo antes de ir al mercado de Khan al Khalili.
Khan al Khalili. Es un pequeño zoco de estrechas
callejuelas con cientos de tiendas, pequeñas fabricas y talleres, pero también
lleno de turistas y sus inconvenientes. En su interior el café Fishawi alardea
de haber estado abierto las 24h del día durante los últimos 200 años. Envueltos
del encanto y la magia de este animado bazar pasamos alrededor de tres horas, y
conseguimos en una tarde finiquitar el tema regalos. Un milagro. Pañuelo de
seda para la danza del vientre 30 LE, camiseta de algodón con el alfabeto árabe
pintado 15 LE, tazas de café con leche 12,5 20 LE , jarra piedra decorada con
motivos jeroglíficos 45 LE, juego tres pirámides de piedra 20 LE, 1 escarabajo
piedra 20 LE, y una shisha completa con tres raciones de tabaco diferentes 30
LE. En una terraza en primera fila con vistas a Midan Hussein nos dejamos
engañar, y pagamos 25 LE por dos tés a la menta y un agua. Taxi al hotel 10 LE.
Cenamos en la plaza Midan Orabi. Una zona repleta de restaurantes
económicos al aire libre, lleno de gatos, barbacoas y pocas posibilidades de
conseguir alcohol. Un buen lugar para cenar, lleno hasta los topes de
lugareños. 29 LE por 1/2 pollo, 1 kefta, 1 ensalada, 1 humus y dos mirindas. Al
volver al hotel preguntamos por un vehículo para ir mañana a la zona de
Saqqara, nos piden 250 LE. Sin apenas regatear conseguimos un taxi en la calle
por 150 LE en menos de diez minutos.
16 de agosto
Llegar a la zona de Saqqara
Algo mas allá se encuentra la Mastaba de Mere-Ruka, un noble de la
corte del faraón Teti. Consta de 32 salas decoradas con escenas de todo tipo en
muy buen estado de conservación. En una de las salas hay una estatua de
Mereruka con una mesa de alabastro para los sacrificios. Junto a ella se
encuentra la Pirámide de Teti, que está en ruinas a punto de ser
cubierta por la arena, aunque a su interior se puede acceder por una cómoda
escalera. El interior es mucho más espectacular que en Keops o Kefren. Hay
jeroglíficos en las paredes y el techo está decorado con estrellas. Puede verse
incluso el sarcófago de piedra negra donde debió alojarse el tal Teti unos
pocos miles de años.
Ultimas horas en Cairo. Nos damos una buena siesta y salimos a pasear un
poco. Zumo de mango en L'Americane 8 LE. Compramos en la pastelería
El Abd una bandeja de 29 LE llena de deliciosos dulces y pastas para
llevar a Barcelona.