Viajero desde
15/11/2007
Nick: MARCEVIAJERA |
Viajar es despegarte de tu mundo por un tiempo.
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Escribe el relato: MARCELA DIAZ
El fin de semana largo del 9 de Julio,mi esposo y yo nos fuimos a Colón,Entre Ríos. Hacía 10 años que habíamos estado la última vez.La encontramos muy cambiada.Ha crecido mucho. Hay gran cantidad de hoteles,complejos de cabañas y muchos restaurantes muy lindos.
Cinco horas de viaje en bus nos llevaron a una ciudad apacible,a orillas del Rio Uruguay. Aunque la ciudad no perdió su aspecto tranquilo,agradecimos el haber hecho antes nuestra reserva de hospedaje.
Todos exhibían carteles de"completo" en sus portadas. Nos dijeron que es así cada fin de semana. Mucha gente había elegido ese lugar para pasar el fin de semana.
Como sólo estaríamos dos días decidimos aprovecharlos bien,así que en cuanto estuvimos ubicados nos fuimos a contratar un paseo que nos llevaría a recorrer sus alrededores.
En un vehículo todo terreno del '66 nos fuimos a recorrer la costa,visitamos un establecimiento de piedras semipreciosas que explotan,de manera artesanal esa riqueza de la zona que muy pocos conocen,también se podían ver allí restos de árboles petrificados.
Colón además cuenta con muchos kms. de playas,además de termas,que esta vez no tendríamos el tiempo de visitar... Sus playas son de arena muy clara y fina...y de aguas calmas.
También es un buen sitio para amantes de la pesca y deportes náuticos...
También fuimos a conocer el pueblo de Liebig,que fue un lugar donde hubo un importante frigorífico y saladero de carnes que llegó a contratar miles de personas. Hoy día todo eso ha sido desmantelado y vendido.
El día no nos acompañó mucho ya que de a ratos llovía bastante fuerte. Esa noche fuimos a cenar a una parrilla donde preparan ricos pescados de río, además tenían show y la atención era muy buena.
El domingo a media mañana nos fuimos a navegar en gomón por el río,de salida había mucho viento,hacía bastante frío,y el bote saltaba bastante...pero la vista valía la pena. Bajamos en uno de los bancos de arena,la Isla Caridad,a unos 20 minutos de navegación,ya que ahora no está permitido bajar en la Isla San Francisco,justo frente a la ciudad,aunque uruguaya..antes si se podía...pero ahora nadie me supo explicar porqué...ya que la que bajamos es argentina y en verano se llena de uruguayos que van allí a la playa...
Gran parte de la isla está cubierta por una selva en galería con gran cantidad de especies vegetales. La arena es muy blanca y muy fina. Ya el sol calentaba más y daba gusto sentarse un rato en la arena a disfrutar de la paz de ese paisaje. Estuvimos poco más de una hora allí y luego regresamos a Colón,ya con viento a favor,así que la navegación fue más suave.
Fuimos a almorzar al Sótano de los Quesos,un lugar imperdible si pasan por Colón... donde además de consumir allí hay muy ricos quesos para comprar...también dulces,vinos,aderezos,etc.
Por la tarde nos fuimos al Parque Nacional El Palmar,distante de Colón unos 45 km. El Parque ocupa 8.500 ha.En él abundan las plameras Yatay,y mucha fauna,aunque no tuvimos oportunidad de avistarla. Tal vez por la época del año.
El terreno tiene muchas ondulaciones,eso hace que desde varios lugares del mismo se pueda apreciar mejor la gran superficie que ocupa. Se pueden apreciar también sectores de selva en galería. La arena de las costas del Parque hacia el río son mucho más amarillas que frente a la ciudad de Colón. Hay también allí las ruinas de una vieja calera.
Nos quedamos hasta el atardecer,con pocas esperanzas de apreciar uno lindo,ya que estaba nublado...pero si,antes de oscurecer tuvimos la oportunidad de contemplar uno muy bello..el Palmar es realmente una postal a esa hora.
Nos regresamos a Colón casi al anochecer.
Para aprovechar la mañana del lunes antes de regresar fuimos a conocer el Molino Forclaz,un viejo molino que fue el 1°molino harinero de la zona y que hoy es monumento histórico.
El mismo funcionaba con una noria de mulas,por la falta de viento del lugar. Está muy bien conservado y tienen además un pequeño museo.
Regresamos luego a Colón a comprar algunos recuerdos para familiares y amigos y al mediodía tomamos el bus de regreso a Buenos Aires,que nos recibió con una nevada histórica(hacía 89 años que no nevaba)
Hasta el chofer del bus estaba tan emocionado con la nevada que a la altura de Escobar paró en una estación de servicio para que bajásemos a sacar fotos... ni que decir que nadie se quedó en el bus....todos salieron a disfrutar un momento de la nieve.
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