Os propongo un viaje para  fin de semana, mi viaje comienza en Valencia. Salimos una mañana de sábado y en cuestión de un par de horas llegamos a Cuenca. Es una ciudad acogedora y muy agradable de recorrer sus calles, visitamos la catedral, las tiendas de cerámica típica y nos perdimos por sus estrechas callejuelas, os recomiendo visitar en el casco antiguo el: Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca (Casas Colgadas) Un total de 110 pinturas y esculturas de autores españoles contemporáneos se exhiben de forma permanente en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Estas obras forman parte de la colección de arte que la Fundación Juan March empezó a formar a principios de los años setenta y que recibió un decisivo impulso en 1980, cuando Fernando Zóbel (1924-1984), creador del Museo de Arte Abstracto con su colección particular de obras, hizo donación de las mismas a la Funda­ción Juan March. Las obras que muestra el Museo de las Casas Colgadas, de Cuenca, pertenecen en su mayor parte a artistas españoles de la generación de los años cincuenta (Millares, Tàpies, Sempere, Torner, Rueda, Zóbel, Saura, entre una treintena de nombres), además de otros autores de los ochenta y noventa. La Editorial del Museo  realiza una labor divulgadora mediante la edición de obra gráfica y reproducciones de parte de sus fondos.

Inaugurado el 1 de julio de 1966, el Museo de Arte Abstracto Español está instalado en las Casas Colgadas de Cuenca  -propiedad del Ayuntamiento de la ciudad- en un emplazamiento que lo hace quizás único en el mundo de los museos de arte. Tras haber sido objeto de varias ampliaciones y mejoras, desde 1994 el Museo cuenta con una nueva sala para muestras temporales que complementan la exposición permanente del Museo. Desde que la Fundación Juan March se hizo cargo del mismo, una media anual de 40.000 personas lo visita.

Después de deleitarnos viendo con las pinturas del museo, llego la hora de comer y terminamos comiendo en “La cueva del tío Serafín “es un restaurante que esta dentro de una cueva, la verdad es que comimos fenomenal.

Una vez reposada la comida emprendimos viaje hacia la población de Tragacete donde teníamos previsto pasar la noche en Hostal Rural Serranía, un hostal muy acogedor y muy bien equipado, una vez allí paseito por el pueblo y búsqueda de sitio para cenar, el pueblo de Tragacete es pequeño pero  muy tranquilo, supongo que en plena temporada estará mucho más animado, aunque si queréis que os sea sincera casi mejor cuanto más tranquilo, para ser un pueblo pequeño tiene 4 o 5 hoteles y apartamentos para alquilar.  La cena fue en el Restaurante San Antonio, comida casera y a muy buen precio, con un trato por parte de los propietarios muy acogedor.

A la mañana siguiente fuimos a visitar el nacimiento del Río Cuervo, nos quedamos un poco sorprendidos por su escasez  de agua, una pena, otra vez será el poder verlo con agua. A la entrada del aparcamiento del nacimiento del Río Cuervo, había un restaurante donde comimos, carne a la brasa y un buen vino, de allí comenzamos el viaje de regreso hacia Valencia, no sin antes pasar por la Ciudad Encantada. Un lugar que con un poco de imaginación vas viendo unas grandes piedras que tienen formas caprichosas, vale la pena detenerse un rato y sentirte por un rato como en la película que se rodó allí  (Conan el Bárbaro).

Bueno y esto fue todo, un buen fin de semana en el que vimos muchas cosas y comimos mucho también, ja, ja