Viajero desde
25/05/2007
Nick: SENTILECTO |
Viajar es despegarte de tu mundo por un tiempo.
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Escribe el relato: Carlos Gonzalez
Más allá de las versiones que circulan sobre la historia de la humanidad, la misma es compartida por toda la especie humana. Nada nos une más que nuestro pasado y nuestro destino común. Estambul es el testimonio vivo de lo que significa una u otra mirada sobre la realidad.
Es el puerto de la historia y el destino de los sueños de muchos siglos de luchas y de conquistas. Sentarse en las rocas a orillas del Bósforo para contemplar la salida al Mar de Mármara o la entrada en el Golden Horn es como presenciar un desfile de almas que circulan adoptando los colores y formas de un calidoscopio.
Estambul tiene tantos secretos como una mujer e intentar develarlos es absurdo porque lo que ofrece esta ciudad es la posibilidad de experimentar en ella y con ella la ilusión del navegante. La ansiedad calma del pescador. La ficción del regateo y la bruma que tiñe sus colinas y sus encuentros.
Sus dulces y sus especias –por citar algunas de sus versiones más populares- acaso reflejen la variedad conceptual y el carrusel de creencias desde la que este maravilloso sitio fue creciendo.
A Estambul no se va de visita. Se va a rendir homenaje a los testimonios que en cada uno de los rincones de ese puerto ha dejado la pasión más genuina de la humanidad.
He tomado unas fotos por allá este mes y quisiera compartir algunas de ellas con ustedes, los viajeros. Espero las disfruten.
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