LA RUTA DEL VINO  
Origen: Samaniego
Destino: Laguardia
Provincia: ÁLAVA
Estación recomendada: Primavera, Verano y Otoño.
Duración estimada: 137 minutos.
Recorrido: 121.2 Km

Bendecidos por el Dios Baco
La ruta que nos proponemos recorrer, se desarrolla a través de ocho localidades de la Rioja Alavesa, cuya característica principal es la de ser cuna privilegiada de una de las más reconocidas Denominaciones de Origen: la de Rioja.
 
Nuestro paseo promete ser un deleite constante del paladar más exquisito, que aderezaremos con propuestas gastronómicas y algo de historia.

La provincia de Álava es vieja conocedora de las más antiguas técnicas para la elaboración del vino. Se erige, pues, como auténtico templo de un saber milenario que se transmite, de generación en generación, siguiendo estrictamente las técnicas más tradicionales.

Un viaje por sus bodegas es una garantía de disfrute para cualquier visitante, sea o no conocedor del vino. En esta ruta pueden ser admiradas desde las bodegas enclavadas en cuevas, tal como se envejecen los vinos desde la Edad Media, hasta las más modernas de las instalaciones.

Toda la comarca se encuentra empapada de la cultura del vino, que se ve reflejada hasta en los más nimios detalles de la vida cotidiana de sus gentes. El visitante será testigo del proceso de elaboración completo, desde la selección de mostos para la elaboración de vinos de año, crianza o reserva, hasta la fermentación y el envejecimiento en sus barricas.

La mayoría de las bodegas permiten la cata y compra de sus vinos y algunas de ellas disponen también de comedor. En estas tierras la tradición es que la comida acompañe al vino, y no al revés, como suele ser habitualmente.

Vestigios vinícolas rupestres en Samaniego 
Especial mención merece la belleza de la localidad de Samaniego, donde son visita obligada la portada barroca y el retablo de estilo churrigueresco de la Iglesia de la Asunción.

Y volviendo de nuevo al verdadero protagonista de esta historia –el vino-, es destacable uno de sus más curiosos vestigios que dan fe de la inmemorial tradición vitivinícola de la zona. Así, la villa conserva unos lagares rupestres tallados en roca viva, de antigüedad desconocida, y que aún se utilizan para pisar la uva. Es admirable la precisión con que los artesanos que los construyeron conformaron estos lagares para aprovechar bien la pisada y conducir el flujo del mosto.

También son dignos de admiración, de vuelta a la arquitectura civil de Samaniego, el Palacio del mismo nombre, así como la Casa de los Diezmos.

Villabuena de Álava, el turismo ligado al vino 
Atravesada por el riachuelo Herrera, procedente de las alturas del puerto de su mismo nombre que se asoma desde la Sierra de Cantabria, Villabuena de Álava, ofrece al visitante la conjugación perfecta de una gran riqueza patrimonial –sobre todo por su arquitectura civil- y el buen saber y tradición de una vetusta y asentada cultura vinícola.

Desde hace algunos años esta localidad ofrece una nueva posibilidad de ocio: es el llamado turismo ‘enológico’. En este sentido, ya son varias las bodegas que han reconvertido parte de sus instalaciones (antiguos pabellones de caza, bodegas antiguas, conventos anejos) en lujosos hoteles para recibir a este tipo de visitantes.

Tal es el caso, de la antiguas bodegas, convertidas ahora en  encantadores hoteles, cuyas habitaciones son distinguidas por nombres de uvas.

En el Palacio de Viana, de estilo barroco y construido en 1619, encontramos el ambiente del siglo XVIIII y las comodidades del siglo XXI.

Junto al Río Cidacos, un viejo Molino del siglo XVII, se ha convertido en una hermosa y confortable hospedería ,que cuenta con un coqueto restaurante para contentar a los más exquisitos paladares con sus deliciosas propuestas gastronómicas, que son bañadas con el caldo de sus propias uvas.

Villabuena de Álava concentra, además, una magnífica serie de casas solariegas con escudos de armas, entre las que destaca la llamada Casa del Indiano, de estilo barroco, con un espectacular relieve de Santiago Matamoros.

En definitiva, nos encontramos con una localidad en la que callejear entre sus notables casas de sillería, blasonadas y con escudos de armas de sus ilustres moradores, se convierte en un auténtico placer para los cinco sentidos.

 
Baños de Ebro y la Fiesta de la Vendimia 
Quizá una fecha apropiada para la visita de esta localidad, de la comarca de la rioja alavesa, sea en septiembre, cuando tiene lugar la famosa fiesta de la vendimia de la Rioja Alavesa.

Se trata de una feria itinerante que recorre toda la comarca y en la que se realizan degustaciones de sus caldos y se vende, tanto el vino como los productos propios de estas tierras. El domingo 14 de septiembre, es el día que la feria dedica a esta pequeña pero encantadora localidad alavesa.Otra fecha señalada en el calendario para visitar Baños es el día 24 de agosto, festividad de San Bartolomé.

En esta localidad se sitúan varias bodegas con vides, cuyas edades varían considerablemente desde las cepas más jóvenes a otras que tienen más de 80 años.

Elciego, tierra de historias y leyendas 
Llegamos en este punto a un lugar legendario, donde una riqueza extraordinaria en cuanto a patrimonio cultural se fusiona en armonía perfecta con algunos de los mejores caldos de la provincia.

El origen del nombre de Elciego se pierde en la leyenda. Y las leyendas, entendidas en su justo valor, forman parte de la historia. Una leyenda relaciona el origen de Elciego con la venta o posada alzada por un ciego en el asentamiento actual del pueblo. De él, posiblemente, tomaría la población el nombre.

Ya en el casco antiguo del pueblo, encontramos la Plaza Mayor, una de las más bellas de la provincia. Es una plaza urbana, proporcionada y en la que se da el fenómeno diocechesco típico: el de la confrontación entre los elementos civiles (Ayuntamiento) y los religiosos (Ermita de la Virgen de la Plaza). Los lados están ocupados por casas señoriales de los siglos XVI y XVIII.

La Iglesia Parroquial de San Andrés, edificio construido en piedra de sillería en el siglo XVI, se sitúa a orillas del Río Mayor, alejada de la Plaza Mayor. En ella son claramente visibles varios estilos arquitectónicos, desde el gótico hasta el neoclásico de la nueva sacristía.

Las casas palacio también abundan en Elciego, como el Palacio Navarrete Ladrón de Guevara o ‘Casa de los Hierros’, situada en la Plaza Mayor. Se trata de una magnifica mansión barroca de dos plantas y sótano que cuenta con un impresionante balcón corrido y en esquina de bellísima ejecución. Otro ejemplo es el palacio Ramírez de la Piscina, una casa señorial urbana compuesta por dos palacios barrocos de los siglos XVII y XVIII realizados en piedra de sillería.

 
La Puebla de Labarca, un balcón sobre el Ebro 
Aunque enmascarado por su trazado urbano, el pueblo se encuentra asentado sobre una zona escarpada llamada ‘El Risco’, prácticamente colgado sobre el río Ebro a una altitud sobre el nivel del mar de 431 metros. Si por el lado sur el Ebro le sirve de límite natural, por el lado oriental lo es el arroyo del valle, de manera que toda la villa se encuentra de cara al sol, resguardada por las alturas de Misamayor.

La parte antigua de Lapuebla se encuentra ubicada en la parte oeste, del pueblo alrededor de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Por estas calles se pueden contemplar numerosos escudos de armas en las fachadas de sus prolijas casas de estilo renacentista, en perfecto estado de conservación, como la situada en la calle mediodía, que data del siglo XVI.

Una de las plazas más importantes del pueblo es la Plaza El Castillo. Por sus calles adyacentes transcurre el encierro de vacas en las fiestas patronales, que se celebran entre los días 23 y 28 de agosto, en honor a San Bartolomé.

Oyon, a orillas del Ebro 
Es el pueblo de la Rioja alavesa con mayor población y cuenta con otros dos municipios anexionados: Labraza y Barriobusto. Se extiende desde las laderas de la Sierra de Cantabria y Kodés hasta las orillas del Río Ebro por un terreno en suave pendiente hacia el sur.

Oyon fue aldea dependiente de Laguardia, durante más de siete siglos, hasta que en 1633 el rey Felipe IV le otorga un privilegio real y se convierte en villa. Además, al menos hasta 1095 esta población constituía un hito importante en el primer trazado del Camino de Santiago.

En cuanto a sus tradiciones, se trata de una localidad con gran número de citas festivas: las Fiestas Patronales, que se celebran en pleno invierno los días 21 y 22 de enero, o las festividades de San Vicente y San Anastasio son de gran interés en la población. El Domingo de Resurrección, por otro lado, se hace la quema de San Judas y ya en el mes de abril se celebra por todo lo alto la festividad de San Prudencio, donde es tradición repartir caracoles y celebrar una gran ‘tamborrada’, uno de los fenómenos más característicos y extendidos de Euskadi.

Lanciego y sus tradiciones festivas 
Y continuando con el aire festivo, esta nueva localidad ofrece un extenso calendario de fiestas que invitan a visitarlo casi en cualquier época del año. Entre todas ellas vamos a destacar las más importantes.

Desde junio y hasta septiembre los vecinos de Lanciego disfrutan de hasta tres fiestas locales que, dado el punto geo-estratégico en el que nos encontramos y como no podía ser de otra forma, se encargan de regar con el caldo del excelente vino local.

A las fiestas de San Juan, el 24 de junio, y los mártires San Acisclo y Santa Victoria –el día 17 de noviembre-, hay que sumar las que se celebran en honor al día de la Natividad de la Virgen –8 de septiembre- que destaca por su mayor relevancia.

 Laguardia y su Centro Temático del Vino 
Capital de la Rioja Alavesa, rodeada de un entorno excepcional y como telón de fondo la Sierra de Cantabria, Laguardia es una pequeña villa que destaca tanto por la riqueza de su casco antiguo como por sus lagunas saladas, declaradas como Biotipo Protegido.

Pero si hay una joya en este insólito destino esa es Villa Lucía, el Centro Temático del Vino, como no podía ser de otra forma. Esta entidad reúne todo el saber de estas tierras sobre el valioso zumo de la uva que allí crece. Cuenta con diversas salas de reuniones, una vinoteca, un mirador con sala de catas, una bodega-museo y una biblioteca, lo que permite al visitante conocer durante su recorrido el proceso completo de elaboración del vino, desde que se planta la vid hasta que el vino llega a la mesa.

El edificio, hecho de piedra, adobe y madera, recrea admirablemente la arquitectura popular de las bodegas y casas de la zona. Pero, además, el centro cuenta con los últimos avances tecnológicos en materia de servicios y otros muchos atractivos. Ubicado en la antigua finca de recreo que perteneciera a la familia Samaniego, Villa Lucía cuenta con un jardín botánico con especies de todo el mundo, rincones naturales con esculturas conmemorativas, cascadas, maquinaria artesana fechada en tiempos inmemoriales, carpas y terrazas.

Todo invita a quedarse en un ambiente volátil, como de ensueño, que impregna cada rincón de esta hermosa villa alavesa, por lo que te invitamos a que la visites y disfrutes de ella.

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