REFUGIO DE ÁLIVA
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DESDE ESPINAMA AL REFUGIO DE ÁLIVA (CANTABRIA)
PICOS DE EUROPA
Itinerario: Desde Espinama al Refugio, por las Invernales de Igüedri.
Duración: 5-6 horas (ida y vuelta)
Dificultad: Baja.
Desnivel: 762 m.
Época recomendada: Cualquier estación, en invierno se puede hacer con raquetas de nieve.
Distancia total: Unos 15 km.
Salimos desde Potes, capital de la Comarca de La Liébana, hacia Fuente Dé, en el Valle de Camaleño o Valdebaró por muy buena carretera.
Antes de llegar a Fuente Dé, se encuentra Espinama, pueblo interesante que combina la dedicación a la ganadería y su forma de vida tradicional, con la más moderna vocación turística surgida por su magnífico emplazamiento.
Aparcamos el coche y nos dirigimos con nuestras mochilas hacia el Refugio de Áliva, por senda marcada y junto al río.
Nada más salir del pueblo, ya podemos saborear los bosques y paisajes de los Picos de Europa.
Por una pista forestal vamos ascendiendo entre sombríos hayedos veteados por algunos robles, helechos y avellanos, sin perder nunca de vista las montañas.
Al cabo de unos 2,5 km llegamos a las Invernales de Igüedri, un grupo de esplendidas construcciones de piedra y tejas en las que, como el propio nombre del lugar indica, se recoge el ganado que baja de los Puertos de Áliva durante el invierno.
Aprovechamos el lugar y descansamos un rato.
Al continuar nuestra ascensión, ganamos altura rápidamente llegando a tocar el río Nevandi que nos ha acompañado en nuestra subida y traspasando las Portillas del Boquejón, nos reciben una bandada de cuervos y algunos rebecos, que pacen tranquilamente junto al río que serpentea plácidamente en un pequeño valle, muy de foto.
Seguimos nuestro camino y nos encontramos una buena fuente, en la que nos refrescamos un poco, cruzando la Majada de Llavias nos encontramos con un cruce de caminos desde el que vemos a lo lejos la Ermita de la Virgen de las Nieves.
Ya en los pastizales de Áliva, giramos a la izquierda continuando por nuestro carril, ya con bastante nieve, y como no podemos continuar por la cantidad de nieve acumulada (no esperábamos esto), buscamos un paso por la izquierda entre las praderas, éste senda y no senda, nos acompañará hasta el refugio.
Las vistas son impresionantes y estamos disfrutando mucho de nuestra excursión. Rodeados de montañas por todas partes.
Realizamos un pequeño esfuerzo más y llegamos al refugio, Refugio-Hotel de Áliva.
Desde el refugio tenemos unas vistas excepcionales y podemos ver la inmensidad de los pastizales de los Puertos de Áliva, donde el ganado del Valle de Camaleño, se adueña de ellos de la primavera al otoño.
Muy cerca del refugio se encuentra el Chalet Real, que tuvo como huésped ilustre al Rey Alfonso Xlll cuando venía a estos parajes a practicar dos de sus aficiones favoritas, la caza y la pesca.
Nuestra intención era llegar al Mirador del Cable unos 3,5 km más, pero no intuimos que habría tanta nieve y nos dejamos las raquetas en el coche, así que después de intentar llegar al Chalet Real y hundirnos hasta las rodillas, lo intentaremos de nuevo en una próxima ascensión.
Después de holgazanear, comer y sacar fotos del lugar, descendemos suavemente a Espinama por el mismo camino, disfrutando muy mucho del maravilloso paisaje. Cantabria es infinita.
Al llegar a Espinama un poco cansados, nos sentamos en la terraza de la Posada Sobre Villa, donde tomamos un refresco, nos atendió su dueña, una señora muy amable. Éste puede ser un buen lugar, donde alojarse, si vienes por esta zona.
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