SITUACIÓN
En la parte occidental de la provincia de Cantabria, a 30 kilómetros de la Capital, se encuentra situada esta hermosa villa, tan interesante como atractiva por los innumerables recuerdos que aún guarda de su grandeza pasada.

La privilegiada situación de Santillana del Mar y las buenas comunicaciones de su entorno hacen de esta villa el punto de partida ideal para excursiones, actividades deportivas o visitas a la región. La cercanía de la costa del Cantábrico, añade un sinfín de posibilidades de ocio a la oferta de la villa.

Esta villa medieval de empedradas calles, está catalogada como Conjunto Histórico Artístico y es, desde décadas, uno de los centros culturales y turísticos más conocidos de Cantabria.

Desde la Edad Media, Santillana del Mar han sido uno de los núcleos más importantes de la región, tanto que fue la capital de las Asturias de Santillana, una de las merindades que conformaban la actual Cantabria, aunque la presencia humana en el lugar ya dejó su impronta artística miles de años antes en la Cueva de Altamira, a escasos dos kilómetros del centro del pueblo.

La villa se estructura en torno a varios centros de funciones muy definidas. La Plaza de la Arenas presidida por el Palacio de Velarde; la de la Colegiata; la Plaza de Ramón Pelayo, que fue originalmente la Plaza del Mercado, presidida por las Torres del Merino y de Don Borja, así como la Casa Consistorial, y el área de los conventos de Regina Coeli y de San Idelfonso.

Santillana cuenta con un patrimonio arquitectónico extraordinario. Dentro de la arquitectura religiosa destaca la Colegiata de Santa Juliana, en torno a la que se desarrollo la villa. Hacia los siglos Vlll y lX se fundó un primer monasterio que acogió las reliquias de Santa Juliana, de donde deriva el nombre de Santillana. Alrededor del siglo Xll el monasterio se convirtió en colegiata y a partir de entonces, los distintos linajes de la villa contribuyeron a engrandecerla. La mayor parte del edificio es románico pleno, sobre el que se perciben añadidos renacentistas y barrocos.

Por la que se refiere a la arquitectura civil, destacan edificios como la Torre de Don Borja, la Torre del Merino o Torre de los Velarde, ambos del siglo XV.

Junto a ellos otras construcciones como la Casa Palacio de Peredo-Barreda, la de los Villa o la de los Bustamante, todas del siglo XVlll. Algunos de ellos actualmente acogen instituciones de carácter cultural como el Museo Diocesano, el Museo del escultor Jesús Otero, la Fundación Santillana, uno de los centros culturales de Caja Cantabria o las Casas de Aguila y la Parra, transformadas en salas de exposiciones.

Pero el atractivo de este pueblo no sólo son sus edificios destacados, sino el todo, amalgamando por edificaciones más humildes, todas de la época, conformando un entramado urbanístico tradicional que transporta al visitante a otros tiempos.

Al atractivo histórico-artístico de Santillana del Mar se suman actualmente múltiples propuestas en forma de exposiciones temporales y actividades de todo tipo que se desarrollan en sus centros culturales a lo largo de todo el año. También cuenta con una amplia oferta hostelera adaptada a todos los gustos, son pequeños y medianos establecimientos que en muchos casos ocupan edificios antiguos con siglos de historia entre sus paredes.

QUE VER
Toda la villa es arte hasta en sus pequeños detalles. Sin embargo, no debe faltar la visita a:

La Colegiata y su Claustro. De estilo románico.

El Museo Regina Coeli. En el convento de la Clarisas, de arte popular. Con la misma entrada, se puede visitar la colegiata y su claustro. 

Fundación Santillana. En la Torre de Don Borja, en la Pza. Ramón Pelayo. Es interesante no sólo por sus exposiciones sino también por su arquitectura, típica de la zona.

Casas Del Águila Y La Parra. En la Pza. Ramón y Pelayo. De las mismas características de la anterior. 

Museo Jesús Otero. En la Pza. de las Arenas. Recoge la vida y obra del escultor. 

La Casona de los Tagle. Casona solariega del siglo XVII.  

Zoológico. En la carretera de Puente San Miguel. Establecimiento en continuo auge, en el que se pueden admirar muchas especies animales de los cinco continentes, en más de treinta mil metros.

Cuevas de Altamira. Altamira es la imagen más conocida de Cantabria y para mucho es, a nivel mundial, el conjunto de cuevas paleolíticas más importante que se conoce. La Cueva, Patrimonio de la Humanidad desde 1985, se encuentra sobre una colina que domina una amplia extensión de un terreno de naturaleza cárstica en el que hay otras galerías subterráneas.

Altamira tiene una longitud aproximada de 270 metros, con varias salas de hasta 20 metros de ancho y 12 de alto. En último tramo, llamado la “Cola de Caballo”, de unos 50 metros de recorrido, la altura y la anchura no pasan de un par de metros.

RUTA TURÍSTICA
Dejando el automóvil en cualquiera de los amplios estacionamientos señalizados en los accesos de la villa, un buen punto de partida para pasear por Santillana es el cruce de la carretera general, frente al convento Regina Coeli de clarisas de clausura, de finales del siglo XVl, que alberga el muy interesante Museo Diocesano.

Adentrándonos  en la villa por la calle de Santo Domingo, encontraremos enseguida a mano izquierda el Palacio de Peredo-Barreda, y a mano derecha la Casa de los Villa. Un poco más adelante, la calle se bifurca. Hacia la izquierda, la calles Juan Infante, flanqueada por pequeñas viviendas de balconadas llenas de flores, desemboca en la plaza mayor, uno de los rincones más representativos de la villa. En ella encontraremos las Casas del Águila y la Parra, delante de las que se levanta la estatua del bisonte de Altamira.

Frente a ambas se encuentra el Parador, que ocupa una vieja casa que pertenecía la familia de los Barreda. A pocos metros se encuentra el Ayuntamiento, un edificio con una gran balconada de hierro y sobre un soportal con armaduras. Muy cerca, presidiendo la plaza, está la Torre de Don Borja, actualmente sede de la Fundación Santillana, y también la Torre del Merino, “casa fuerte” donde tuvieron su residencia los sucesivos merinos mayores de las Asturias de Santillana.

Saliendo junto a ésta, en el extremo izquierdo de la plaza, continuaremos por una estrecha rúa que desemboca perpendicularmente en la confluencia de las calles Carrera y Cantón. En la primera, a nuestra derecha, se levanta la Torre de Velarde, del siglo XV. Y a nuestra izquierda, en dirección hacia la colegiata, por la calle Cantón, pasaremos ante el Palacio de Valdivieso del siglo XVlll, hoy un hotel. A ambos lados de esta calle, una de las más concurridas de la villa, se levantan numerosas viviendas típicas del pueblo hasta llegar a la que fue casa de Leonor de la Vega, madre del Marqués de Santillana de finales del siglo XV. Junto a ella está la Casa de “Los Hombrones”, adornada con un poderoso escudo con las armas de los Villa. 

La calle, que a partir de aquí se denomina “del Río”, desciende hacia un pintoresco abrevadero, a la derecha del cual se encuentran las casas de los Cossío y los Quevedo, finales del siglo XVll, frente a ellas la Casa de los Abades, y cerrando la perspectiva, la hermosa colegiata románica de Santa Juliana, donde el paseo inevitablemente habrá de detenerse para visitar tanto el interior como el claustro. Por último, tras la colegiata, se encuentra la Plaza de las Arenas, cuyo edificio más notable es el Palacio de los Velarde.

En tu visita por Cantabria no dejes de pasarte por Santillana, te encantará.

INFORMACIÓN DE INTERÉS

LOCALIDADES QUE VISITAR
Santander
Aniezo
Bárcena Mayor
Cabezón de la Sal
Cahecho
Castro Urdiales
Comillas
Espinama
Potes
San Vte. De la Barquera
Santillana del Mar
Suances
Valle de Cabuérniga

RELATOS
Desde Espinama al Refugio de Áliva
Picos de Europa

REPORTAJES
Playas Cantábricas
Cueva de “El Soplao”
El Camino de Santiago por la Costa
El Camino de Santo Toribio
Cantabria: Espacios Naturales

RUTAS
Cantabria, rutas en coche.
Rutas por Fuente Dé, senderismo.
Rutas por Potes, senderismo.
Fuente Dé-Posada de Valdeón, ruta ciclista.

WEBCAMS